Teniendo como marco el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu, este miércoles el español Rafael Benítez fue presentado como nuevo director técnico del Real Madrid, con un contrato que lo liga al club blanco por tres temporadas.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el flamante entrenador merengue prometió “trabajo, dedicación y que el equipo gane títulos”, algo que no consiguió el anterior estratega del Real Madrid, el italiano Carlo Ancelotti, en la temporada recién terminada.
Ancelotti, con quien el Real Madrid ganó la anhelada décima copa como campeón de la Champions League en 2014, aspiraba a repetir en la máxima justa europea de clubes, coronarse en la Liga y ganar la Copa del Rey, pero al final se quedó con las manos vacías.
Acerca del nuevo entrenador, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, dijo que “la competencia en el fútbol cada vez es más fuerte. Para iniciar un nuevo tiempo está nuestro entrenador, que respira fútbol y madridismo desde niño y llevaba años soñando con este reto. Ese momento ha llegado ya”.
El directivo agregó que el nuevo director técnico conoce toda la “cultura” del Real Madrid así como todos los principios que hicieron del club “una leyenda”, y aseguró que Rafael Benítez es sinónimo de “trabajo, calidad, esfuerzo y pasión”.
En tanto, en las redes sociales los seguidores del club merengue han manifestado su desencanto por la nueva contratación e incluso rechazo hacia un entrenador que, consideran muchos aficionados, no está a la altura de la grandeza del equipo.
Como director técnico, Rafael Benítez hizo campeón Liga al Valencia en dos ocasiones (2002 y 2004), consiguió la FA Cup y la Community Shield con el Liverpool (2006), ganó la Supercopa de Italia en dos ocasiones, la primera con el Inter de Milán (2010) y la segunda con el Nápoli (2014), con este último también ganó la Copa de Italia (2014).
Además, ganó en dos ocasiones la Liga Europa de la UEFA, en 2004 con el Valencia y en 2013 con el Chelsea; con el Liverpool ganó la Champions y la Supercopa de Europa en 2005, y elevó al Inter de Milán al Olimpo del fútbol mundial al ganar el Mundial de Clubes en 2010.