Pedro Aguayo Ramírez, hijo del emblemático luchador “Perro Aguayo”, estrella de los cuadriláteros en los ochenta y los noventa, murió la madrugada de este sábado víctima de un traumatismo cervical mientras luchaba en Tijuana, Baja California, como parte de los espectáculos de la empresa AAA.
El luchador nació el 23 de julio de 1979 en la ciudad de México, y al momento de su muerte ya contaba con 20 años de vida profesional, siendo su debut en la firma que le dio una nueva proyección al espectáculo, la AAA, cuando apenas contaba con 15 años de edad.
Aguayo Ramírez, se caracterizó por emplear un tipo de lucha similar al de su padre, temerario, siempre adecuándose a la exhibición de los enfrentamientos, aunque no resultó tan dañado como el “Perro”, quien ya mostraba las famosas cicatrices en su frente, producto de varias lesiones.
Entre sus primeros enfrentamientos, destaca el que sostuvo contra el llamado “Picudo”, joven luchador que junto con “Juventud Guerrera” y “Rey Misterio Jr.” encabezaron un cuadrangular, en el que lo venció quitándole la máscara.
Inmerso en las apuestas, Pedro Aguayo Ramírez, se enfrentó a “El Cobarde”, mismo que derrotó en dos veces, rapándolo en igual número, así como “El Texano”.
Para 2003 el luchador dejó a la AAA para trasladarse al Consejo Mundial de Lucha Libre, donde se le permitió ser compañero de su padre, cuando su carrera en nada se comparó con sus años de gloria.
En este sentido, ya con el retiro de su padre, en 2005 éste regresó para luchar juntos como parte de un espectáculo de cabelleras contra “Cien Caras” y “Máscara Año 2000”, de la cual salieron victoriosos.
Asimismo, se graduó como promotor al crear a los denominados “Perros del Mal”, agrupación que se dedicó a reclutar a varios luchadores con objeto comercial dentro de la misma franquicia, siendo uno de sus máximos rivales “Místico”.
Ya en 2010 regresó a la AAA, en la que rápidamente se convirtió en uno de los peleadores estrella de la firma, en la que finalmente dejaría hasta su vida.
Al momento de su muerte, el peleador había superado con éxito un cáncer de estómago que derivó en que fuera operado en 2011 para retirarle un tumor que, irónicamente, puso en riesgo su vida.