Andy Murray puso fin a la maldición del tenis británico, y a la propia, al conquistar el primer Grand Slam para Gran Bretaña en 76 años al derrotar al serbio Novak Djokovic en la final del US Open por 7-6 (12/10), 6-4, 2-6, 3-6 y 6-2, en una épica batalla de cuatro horas y 54 minutos, que incluyó además la muerte súbita más larga en una final del certamen con 24 minutos.
Con el triunfo, Murray desplaza al español Rafael Nadal y se convertirá en el número tres del mundo.
Murray es el primer británico en ganar un Grand Slam en la era de los Abiertos, y el primero desde que Fred Perry se coronó precisamente en el US Open, cuando en 1936 derrotó en la final del certamen al estadunidense Don Budge.
Además, el escocés se une a Juan Martín del Potro como los únicos dos jugadores que se han coronado en un major desde 2005 aparte de Roger Federer, Rafael Nadal y Djokovic. El trío suma 29 títulos en los últimos 31 Grand Slams.
Murray tuvo que sufrir para ganar a Djokovic, quien resucitó cuando iba dos sets abajo en un intenso e igualado duelo, disputado con mucho viento en el estadio Arthur Ashe.
Aunque hace poco más de un mes se quitara presión al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 sobre el césped de Wimbledon, Murray aún tenía una pesada carga en la espalda. A pesar de no sumar triunfos en torneos grandes, hubo británicos que llegaban a las finales, pero no ganaban, desde Bunny Austin, John Lloyd y Greg Rusedski.
Y el propio escocés no ayudaba, luego de perder sus primeras cuatro finales, dos en Australia, una en el US Open y una más hace unos meses en Wimbledon,
“Fue un partido muy complicado, las condiciones del clima eran difíciles por el viento, mentalmente para mí fue muy difícil luego de que Djokovic ganó el segundo y tercer set porque es muy fuerte”, dijo Murray. “No sé cómo pude ganar luego de un partido muy largo de casi cinco horas”.
Tras coronarse, Murray dedicó unas palabras a su coach, Ivan Lendl, quien dijo ha sido el guía para llegar a la meta de ganar un Slam. “Creo que casi lo hago sonreír”, bromeó Murray. “Es uno de los mejores que ha jugado este deporte y me ha apoyado en los momentos difíciles.”
El duelo será recordado por los intercambios de golpes que movió a los jugadores de línea a línea de la cancha que punto a punto puso de pie a los aficionados y, claro, por la maldición británica que es cosa del pasado.
Miércoles, 17 de Diciembre, 2025
