Tony Romo tuvo una de sus mejores noches en la NFL. El quarterback de Dallas no sólo lidió con la defensiva de Nueva York, también tuvo que soportar los errores de su línea ofensiva en cada serie y pese a ello guió a Dallas a comenzar la temporada con el pie derecho y cobrar una cuenta pendiente en MetLife Stadium, al vencer 24-17 a Nueva York, el campeón defensor de la liga.
Rocky Bernard encabezó la primera llamada de atención a la línea ofensiva de Dallas con un captura en la segunda jugada del partido. Después de esa jugada la ofensiva texana ajustó y redujó la presión sobre Romo.
El quarterback de Dallas completó 21 pases para 307 yardas, tres touchdowns y una intercepción, de la cual resultaron los tres primeros puntos del partido con un gol de campo de 22 yardas de Lawrence Tynes. Los errores en la ofensiva de Vaqueros obligaron a que su defensiva, encabezada por DeMarcus Ware no dejara respirar a Eli Manning. Fue el linebacker quien logró una captura que truncó un ataque neoyorquino y abrió el camino al lucimiento de Tony Romo. La captura de Ware fue la 100.5 de su carrera en 113 partidos (después sumó otra), para convertirse en el segundo jugador en llegar más rápido al centenar, detrás del legendario Reggie White.
Romo marcó la diferencia en el tercer cuarto con una serie ofensiva de 80 yardas que concluyó con un pase de 40 yardas a Kevin Ogletree, quien brilló con ocho recepciones para 114 yardas y dos anotaciones. Nueva York respondió con una serie de 89 yardas que finalizó Ahmad Bradshaw con un acarreo de diez yardas, 14-10.
La sentencia final fue dictada por Miles Austin en la penúltima serie, pese a que la línea ofensiva cometió cinco castigos; Romo conectó un pase de 34 yardas y con una espectacular recepción del “19”, Dallas se despegó.
Nueva York es el primer equipo en perder el juego inaugural después de ocho temporadas que habían mantenido marca perfecta los campeones defensores.
