Su pelo largo y la barba crecida, le hacen parecer un Robinson Crusoe perdido en un campo de futbol.
Oswaldo Vizcarrondo fue tal vez, el fichaje más esperado y resonante para el Clausura 2012 y cree en el fondo de su ser que no lo desmerece.
Sucede con el venezolano que su mutismo le condena a los prejuicios. Tan sólo en su país le apodaban el comegente por aquello de su tosca personalidad.
Pero con las mujeres tiene un magnetismo avallasador. En una encuesta publicada por el diario Correo de Caracas resultó el más seguido por el sexo femenino, y relataron que gran parte de la fiebre de la Vinotinto tiene un efecto
especial en ellas por Oswaldo Vizcarrondo.
El problema con el nuevo defensa del América es que fuera del campo no expresa sus ideas como lo reitera en la zaga, donde se convirtió en el defensa pilar de César Farías en la histórica eliminatoria.
Sin duda que por su entorno y la imperiosa necesidad del América de solventar su zona baja, será una importante figura a considerar para el siguiente torneo, en el que se seguirá con lupa cada uno de sus movimientos.
Es un defensa repleto de autoestima que le da equilibrio al equipo, porque se suma poderosamente cuando va al frente y nivela las fuerzas con las del rival.
Pero tiene también su carácter irascible. Terminó peleado con la directiva del Olimpo de Bahía Blanca porque le habían prometido pelear por los primeros puestos el año pasado en Argentina, y no salieron de la última posición del descenso. Vizcarrondo hizo su valija y no volvieron a saber de él.