La tragedia que costó la vida a 21 personas en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, dejó al descubierto todas las carencias en infraestructura que tiene el municipio de Tehuacán, debido a que no tiene un anfiteatro moderno y por eso 18 cuerpos tuvieron que ser enviados a la ciudad de Puebla.
La desgracia de perder a 21 personas aumentó con el traslado hasta la ciudad de Puebla por parte de los familiares que esperan la entrega de los 18 cuerpos para poder trasladarlos a su lugar de origen para darles sepultura.
Este caso también puso en el debate la necesidad de ampliar la autopista Cuaucnopalan-Oaxaca, debido a que es una carretera muy peligrosa y han ocurrido múltiples accidentes fatales.
Sin embargo, se ve casi imposible la ampliación de la autopista, debido a que los concesionarios no van a invertir en esa obra, por lo que seguirá como la “autopista de la muerte”.
Y con respecto a la falta de infraestructura del municipio de Tehuacán, es urgente que la llamada segunda ciudad más importante de Puebla tenga un anfiteatro moderno para poder atender emergencias y desgracias como la que actualmente viven 21 familias.
Este terrible caso de los 21 fallecidos obliga a una profunda reflexión sobre la necesidad de mejorar la seguridad en las autopistas, aplicar sanciones más fuertes a traileros que manejen a exceso de velocidad y un anfiteatro.
Esta es una terrible lección para todos y ojalá nunca más se vuelva a repetir, pero todos sabemos que volverá a ocurrir una y otra vez en la “autopista de la muerte”.
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