El título, sacado de una canción del dueto infantil Enrique y Ana (las canciones de los peques), viene a colación por el año que comienza. Viajaremos a través de un calendario de 365 días, ¿estás preparado?
Sin duda alguna, dos mil veinticuatro estuvo marcado por muchos sucesos interesantes tanto en el panorama nacional, como en el internacional. Vivimos las elecciones más grandes de la historia, vivimos momentos de emociones deportivas, se fueron algunas grandes personalidades, vino el cambio de mando en el estado y municipio y hace casi dos meses, la elección en USA que marcará el regreso del ex presidente Trump. A nivel económico es indudable que fue un año muy complicado, con una inflación acumulada rondando los 4.5% y un crecimiento estimado en apenas el 1.2%. Es un hecho que el poder adquisitivo general de los mexicanos, ha ido en retroceso.
A nivel personal, seguramente también habrá cosas para recordar, momentos de profunda alegría, momentos de reflexión y, en algunos casos, momentos de inflexión. Estos días son óptimos para evocar cada uno de los eventos vividos y atesorarlos en el corazón. Los invito a reflexionar y agradecer porque si puedes leerme, quiere decir que tienes vida y ánimos para continuar en el viaje.
Quisiera aventurar junto con ustedes un poco de lo que me parece, pasará durante éste 2025:
- A nivel nacional, el entusiasmo porque mejore el poder adquisitivoes poco, se espera un crecimiento bajo, aunque la inflación se espera sea menor que años anteriores. Las políticas públicas no fomentan la instalación de nuevas empresas ni mucho menos la apertura de negocios; emprender en México seguirá siendo para apenas un puñado de valientes.
- En materia de seguridad se sentirá una leve mejoría, aunque no se vea mucho la mano del secretario federal. Impulsados por las nuevas políticas gringas, al gobierno no le quedará de otra que aceptar que la situación de varios estados del país es, lo menos, alarmante y “aceptará” su ayuda.
- Viviremos el regreso de la cultura “tradicional” en materia social. Se hablará de nuevo que son DOS los géneros que existen: mujer y hombre, con la consecuente caída del lenguaje mal llamado La familia como base de la sociedad recuperará terreno. Habrá (ya se siente) un fuerte movimiento a favor de la vida y del respeto a la libertad religiosa, sobre todo la católica. Van en retroceso el movimiento “woke” y “progress” (promovidos por George Soros).
- En Puebla, a nivel estatal y en los municipios de la zona capital, no se esperan grandes obras ni fuertes inversiones. Hoy se siente (¿aún es pronto?) un ambiente desangelado, sin entusiasmo por ver los cambios que tanto se ofrecieron en las largas (muy largas) campañas electorales.
- En otros estadoscomo por ejemplo mi natal Yucatán, el ambiente es similar: a la vista no se asoma que puedan cumplirse las grandilocuentes promesas de campaña; el dinero federal no será el necesario para el desarrollo adecuado de estados y municipios; sobra decir que el Tren Maya seguirá en la ruta… a ser un elefante blanco.
- En los deportes, este año es importante pues debe acelerarse la preparación para recibir en 2026, el evento deportivo que más gente ve en todo el planeta: el mundial de futbol. El reto para la FMF y las autoridades deportivas es enorme; al día de hoy, la incertidumbre es mucha y las esperanzas de hacer un buen papel, pocas. De la Conade y su joven titular, se dicen pocas cosas y se esperan menos. Salvo excepciones individuales, se espera un año gris.
- Por último, en materia políticase espera que la “oposición” tradicional, al negarse a reinventarse y regresar a sus orígenes, siga siendo floja y prácticamente inexistente; los movimientos civiles ya no ven a “los partidos de siempre” como opciones reales para cambiar de gobierno. Sin embargo, impulsados desde el gobierno gringo y en línea con movimientos en América latina, se asomará hacia el segundo semestre, un nuevo movimiento “conservador de ultra derecha” que moverá el ajedrez nacional.
Aún hay en el tintero varios temas para comentar, pero por hoy los dejaremos en esos siete puntos; si estás de acuerdo conmigo, ojalá me lo puedas hacer saber; si difieres, con mayor razón.
Me despido deseándote, estimado lector, que este dos mil veinticinco sean días muy satisfactorios para ti, que aumenten los momentos de alegría y que varias veces te duela el estómago y la mandíbula por reírte mucho. ¡Salud y abundancia!
Gabo Guillermo®
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