Sin duda la estrategia implementada por el equipo de campaña de Alejandro Armenta Mier, candidato al gobierno del estado por la coalición “Sigamos haciendo historia”, encabezada por Morena, de contar con la figura de vocería ha sido todo un éxito.
Porque los voceros armentistas no han dejado en paz ni un momento al candidato de la oposición, Eduardo Rivera Pérez, abanderado del PAN y de la alianza “Mejor Rumbo para Puebla”.
Desde el inicio del proyecto de gobierno de Armenta surgió la idea contar con un vocero, quien desde ese momento fue el ducho arquitecto Rodolfo Huerta Espinosa el que asumió el cargo.
Posteriormente, ya en campaña, se fueron sumando a la vocería otros actores como Enrique Doger Guerrero, el ex edil priista quien siempre es polémico y quien cuenta con tablas y un buen discurso para hacerle la guerra a cualquiera.
Allí también está Leobardo Rodríguez Juárez, un ex claudista que cuenta con un buen archivo para hacer ruido en cualquier frente. Y lo mismo Edurne Ochoa, una feminista que sabe por dónde hacer daño.
Juntos, todos ellos, han sido todo un lastre para Lalo Rivera, quien ya no ve lo duro sino lo tupido.
De hecho, el abanderado panista va a llegar al debate del próximo domingo muy desgastado por todo lo que ha sucedido en los últimos días, con la percepción, incluso, de que entregó el estado desde el inicio de la campaña y prefirió centrarse en tratar de mantener la capital a través de Mario Riestra Piña, candidato del PAN.
El caso es que el equipo de voceros de Alejandro Armenta no necesita más personajes para incomodar y/o fastidiar a la oposición porque ya incluso tienen un ritmo y una agenda hecha.
Y mucho menos si el personaje en cuestión no tiene cerebro.
Es el caso del diputado federal, disque del Verde, Juan Carlos Natale, quien lo único que ha hecho como político poblano es ser un hablador y un mentiroso, un golpeador y violentador de mujeres.
Por cierto, también le queda lo de perdedor, porque hay que recordar que siempre le jugó las contras a Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial de Morena, porque quería que su carnal Marcelo Luis Ebrard Casaubón fuese el abanderado.
Y, además, se le arrimó a Ignacio Mier Velasco, porque creyó que Nacho y no Armenta, sería el candidato al gobierno de Puebla.
Al final, tuvo que recular y acercarse con doble AA, con la cola entre las patas, desde luego, para que lo aceptara.
De hecho, ayer salió a escupir estupideces contra José Juan Espinosa Torres, candidato del PAN, porque rompió con el PRI, a diputado por el distrito 11 federal, para intentar congraciarse con el armentismo.
Estupideces que, como siempre, se inventó para tratar de quedar con el verdadero grupo voceros.
Y sin el afán de defender a JJ, porque también es un político que tiene historia y cola, me permito cuestionar y desmentir a Juan Carlos Natale, el mirrey golpeador y violentador de mujeres que ha hecho de la política y del Verde su mejor negocio.
Porque Juan Carlos, desde el PRI, siempre fue el segundón, el suplente de todo, quien le rogaba al marinismo una oportunidad.
Hay mucho que contar de Natale, pero eso será en otras ediciones de Posdata.
Ayer, el mirrey del partido del tucán aseguró que JJ lo buscó para ser candidato, pues quería ser designado candidato por dedazo.
Palabras más, palabras menos, sostuvo:
“Me habló por teléfono y me dijo que lo ayudara a ser candidato a diputado federal del Partido Verde, de Morena y del PT. No sé por qué me habló a mí, pero yo le dije: inscríbete, como todos; él quería un dedazo, creo que no le gusta la democracia”.
Sin embargo, todo fue al revés.
De hecho, el mismo Natale le recuerda a JJ en su conversación que fue él quien lo buscó para decirle que su partido, el Verde, estaba analizando su caso para postularlo pero ya no se esperó y aceptó la candidatura del Prian.
¿Pues no que JJ fue quien buscó al mirrey del Verde?
Lo cierto, es que cuando Natale se enteró que JJ sería el candidato a diputada federal del Prian por el distrito 11 prefirió bajarse de la competencia.
Fue entonces cuando le reclamó el por qué no se había esperado a que lo abanderara el Verde y evitar así que se enfrentaran en la campaña.
Natale, como es su costumbre, vía WhatsApp, primero saludo muy amablemente a JJ, como amigos, y luego, envalentonado, le reclamó el haber decidido ser candidato de la oposición.
El chat de la conversación es contundente y evidencia las mentiras de Natale.
Otra vez quiso sorprender y chamaquear, inventando una historia, sólo para quedar bien.
Empero, dijera Víctor Trujillo: “Laaaaassssstiiimaaaaa Margarito”, a Natale otra vez se le cayó su teatrito.
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