Contrario a lo que todo mundo habría vaticinado, tras el aplastante triunfo electoral de Morena en Puebla, el gobernador electo, Alejandro Armenta Mier, decidió lanzar un discurso de unión, reconciliación y humildad, y no de triunfalismo.
Y lo hizo en el mejor momento: durante la entrega de su constancia de mayoría, la cual lo acredita como el nuevo gobernador del estado de Puebla.
Porque a pesar de haber llevado a la 4T a un triunfo histórico y avasallador, que minimizó y ridiculizó a la oposición, el nuevo mandatario convocó a los poblanos “a trabajar todos, hombro con hombro, sin partidismos, sin distinciones, y con un solo objetivo: que a Puebla le vaya bien”.
Muy atrás quedaron los rencores y el cobro de facturas pendientes, tras una elección.
Ni el perfil elitista del morenovallismo, ni las revanchas o persecuciones del barbosismo. Eso se acabó en Puebla.
Alejandro Armenta es un gobernador electo visionario, por algo destacó en su discurso aquello de “es momento de que todos se pongan a trabajar, juntos, con una sola visión; es momento de pensar en grande, de construir un estado con mayor seguridad, empleo, salud, educación y demás servicios básicos”.
Me parece incluso que esto permite entender por qué los poblanos se arremolinaron a las urnas el pasado 02 de junio a votar por Armenta, así como por Morena y por Claudia Sheinbaum Pardo, la presidenta electa del país.
Los proyectos estaban trazados, alineados, coordinados y perfectamente organizados.
Por cierto que hay que resaltar que la responsable de que ello sucediera es ni más ni menos que Estela Damián Peralta, una de las mujeres más cercanas a la presidenta electa Claudia Sheinbaum y uno de sus elementos más efectivos.
Esthela Damián trabajó de la mano con el equipo de comunicación de Armenta, por lo que todo salió a la perfección, pues se informó de forma correcta y se generó la percepción necesaria para que todos los candidatos de la 4T, arrastrados por Sheinbaum y Armenta, lograran el triunfo.
A ello se deben los triunfos en la capital poblana, de las diputaciones locales y federales, así como en municipios como San Pedro Cholula, con Tonantzin Fernández; y en San Martín Texmelucan, con Juan Manuel Alonso.
Por Armenta se expresaron de manera contundente, también como lo sostuvo en su mensaje después de recibir la constancia de mayoría, el campesino, las mujeres, las y los trabajadores, los estudiantes, los profesionistas y los emprendedores.
Armenta, de acuerdo al cómputo final del Instituto Electoral del Estado (IEE), se convirtió en el gobernador más votado en la historia de Puebla con un total de 1 millón 908 mil 954 sufragios, muy por encima del millón 153 mil 079 votos que obtuvo la exgobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo en 2018.
Y aún más por encima del excandidato panista Eduardo Rivera Pérez, quien logró un millón 052 mil votos; mientras que el abanderado de MC, Fernando Morales Martínez, apenas captó 144 mil 077 votos.
Alejandro Armenta tiene todo para ser un buen gobernador, para ser quien saque a Puebla de la desgracia y de la inestabilidad política y social, lo que parecía una maldición que nunca terminaría.
Es momento de que el gobernador electo demuestre por qué cuenta con la confianza y el apoyo de los poblanos, y por qué es el mandatario más votado y apoyado en la historia política de Puebla.
Va a tener todo para poder lograrlo.
Tendrá el apoyo mayoritario de Congreso del Estado, contará con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum y hasta el de la oposición, a la que incluso ya le tendió, desde ahora, la mano.
Ahora parece más difícil equivocarse, por lo que se vislumbra un sexenio de oro en Puebla.
En Alejandro Armenta confía la mayoría de los ciudadanos que votaron, por lo que tiene el gran reto de conformar un gabinete a la altura de las expectativas de los poblanos.
Por algo el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ya dijo en la segunda entrevista que sostuvo con quien esto escribe y con otros 4 colegas periodistas, que el reto y la vara que le deja a Armenta son muy altos, pero seguramente los superará.
Y por algo, además, abonando a la democracia en el estado, el mandatario sugirió que en Puebla se quiere de una oposición inteligente, porque la actual sólo se creyó sus propias mentiras.
Así que todos deseamos que le vaya bien al gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta, porque si le va bien a él también le irá bien a todos los poblanos.
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