Una gran parte de los países en el mundo conmemoran en el mes de mayo el Día de las Madres; aunque la fecha puede variar, la intención es la misma: reconocer ese amor profundo, incondicional y transformador que solo una madre puede brindar. Sin embargo, para muchas mujeres que compiten en el deporte de élite, ser madre no es solamente una experiencia indescriptible, sino también un verdadero desafío que trasciende lo personal para tocar la estructura misma del mundo en el que vivimos.
El estudio Tick-Tock Goes the Biological Clock: Challenges Facing Elite Scandinavian Mother-Athletes (El tic-tac del reloj biológico: desafíos que enfrentan las madres atletas escandinavas de élite), revela esta realidad por medio de trece esquiadoras de Noruega y Suecia. El estudio señala que las mujeres deportistas enfrentan un dilema de vida: la decisión entre priorizar la maternidad o la excelencia deportiva.
La investigación publicada en Women in Sport and Physical Activity Journal (Revista Mujeres en el Deporte y la Actividad Física) tiene como objetivo explorar cómo se manifiestan los desafíos de las madres que practican profesionalmente el esquí de fondo en la región de Escandinavia y comprender mejor cómo las deportistas equilibran sus prioridades cuando inician, mantienen o dejan su papel como madres atletas.
El estudio reveló que las atletas en la maternidad enfrentan cuatro desafíos en particular: 1) el llamado «reloj biológico» frente al rendimiento deportivo que pueden alcanzar, 2) mantener la mejor forma física mediante el entrenamiento sin afectar el proceso de gestación, 3) la falta de apoyos necesarios para continuar en el mundo del deporte y 4) lograr equilibrar las demandas sociales de ser madre y atleta al mismo tiempo. Si bien no es menester de esta columna examinar el estudio publicado en el año 2023, sí nos brinda un referente sobre la importancia de estudiar socialmente la situación particular que se está viviendo.
Experiencias personales que se han hecho públicas, como las de Serena Williams y Alysia Montaño, han puesto en la palestra un tema que, sin duda, no es menor. La tenista, ganadora de 23 Grand Slams, ha reiterado en varias ocasiones que, si tuviera que elegir entre aumentar sus títulos deportivos o construir una familia, escogería lo segundo. Sin embargo, también ha expresado con profunda claridad la injusticia de tener que enfrentar ese dilema, señalando que «si yo fuera un hombre, estaría jugando y ganando mientras mi esposa se encarga del trabajo físico de expandir nuestra familia», sentenció Williams.
El caso de la corredora Alysia Montaño es de conocimiento público, su denuncia con el reportaje Nike Told Me to Dream Crazy, Until I Wanted a Baby (Nike me dijo que soñara en grande, hasta que quise tener un bebé) logró que la marca deportiva anunciara una nueva política de maternidad para las atletas durante los meses del embarazo y los requeridos en el proceso después de dar a luz. Basta señalar que Montaño corrió en el 2014 con ocho meses de embarazo, como una forma de visibilizar la situación que vivía. Actualmente, por medio de la asociación civil For all mothers, busca romper las barreras que limitan a las madres sobre su carrera profesional y sus aspiraciones personales.
La maternidad y el deporte no deben ser caminos excluyentes. Reconocer esta dualidad es un paso importante para construir un deporte más equitativo, donde las mujeres no tengan que sacrificar ni su pasión por el deporte ni su amor a la maternidad. Además, los hombres debemos asumir nuestra responsabilidad y cuestionar los roles de género tradicionales que muchas veces pasan desapercibidos, pero que contribuyen a que las mujeres trabajen el doble, sin importar si son deportistas o no. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad donde la equidad sea real y las madres tengan el apoyo que merecen para desarrollarse plenamente en todas sus facetas.
Desde las Gradas de la Historia, reconocemos que aún falta mucho camino por recorrer y varias luchas por conquistar. Pero no basta con celebrar el Día de las Madres entregando un regalo o una felicitación. La verdadera celebración debería ser cambiar nuestra actitud de vida, reconocer y compartir realmente las cargas y responsabilidades que llevan, no solo en una fecha especial, sino todos los días del año. Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Pd. Envío una felicitación muy especial a mi esposa por su próximo cumpleaños. Que este nuevo año de vida esté lleno de aprendizajes, alegrías y momentos inolvidables que se guardan en el corazón. ¡Te amo!
Facebook: Othón Ordaz Gutiérrez
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Bergström, M., Sæther, S. A., Solli, G. S., & McGawley, K. (2024). Tick-tock goes the biological clock: Challenges facing elite Scandinavian mother-athletes. Women in Sport and Physical Activity Journal. https://doi.org/10.1123/wspaj.2022-0094