El gobernador del estado, Rafael Moreno Valle Rosas, es, sin duda, un verdadero estadista, un político hecho, derecho y maduro, aunque es, también, un gran negociador. Y es que el tema de la reforma electoral que envió al Congreso del Estado para su análisis y aprobación, en particular, así lo requirió.
La semana pasada informe que el propio mandatario poblano era quien estaba cabildeando directamente el tema, por lo que ya había negociado con el poder legislativo local para lograr obtener la mayoría del voto de los diputados y dar pasó así a su propuesta de reforma electoral.
Y así fue, en ese momento, incluso, señalé lo siguiente:
“El gobernador Rafael Moreno Valle ya cuenta con el número suficiente de diputados para lograr la aprobación de su iniciativa de reforma. Incluso se ha mencionado ya en algunos otros medios de comunicación el respaldo de al menos 28 legisladores, sin embargo la votación de la reforma electoral, una vez que sea sometida a la consideración del pleno de la LVIII Legislatura, dará muchas sorpresas.
Y es que si bien este proyecto legislativo no alcanzaría la unanimidad, resultado ideal para el gobernador Moreno Valle Rosas, sí podría tener el apoyo de más de 30 diputados. De estos, los priistas serán los que den la sorpresa, aunque la votación sea secreta.
Sobre todo porque se dice que son varios los legisladores priistas que ya hablaron con el gobernador del estado sobre el tema, y al final le prometieron su total apoyo. Y algunos de estos legisladores son: Edgar Salomón Escorza, Víctor Hugo Islas Hernández, José Luis Márquez Martínez, Zenorina González Ortega, Jesús Morales Flores, Lauro Sánchez López, más lo que se acumulen.
En el caso del PAN, sus 20 diputados votarán a favor de la iniciativa del gobernador, mientras que los tres del Verde harán lo propio. La duda queda en el caso del diputado petista Zeferino Martínez Rodríguez, quien no está ni con Dios, ni con el diablo.
Empero, insisto, el mandatario sigue cabildeando y haciendo su labor como un estadista de primera línea”.
Resulta que ayer se confirmaron los datos, toda vez que el gobernador Moreno Valle sostuvo una reunión en la Ciudad de México con el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, para tratar el tema de la reforma electoral que propone, poder destrabarla del PRI y lograr que hasta los propios priistas la apoyen.
La reunión, por cierto, generó ruido y polémica con un par de comunicadores poblanos que están muy pendientes de las redes sociales, particularmente del Twitter, toda vez que mientras uno preguntó a Sergio Ramírez Robles, director de comunicación social del gobierno del estado, sobre el evento para poder confirmarlo, uno más dio santo y seña de la reunión Moreno Valle-Moreira en la Ciudad de México.
El caso es que los protagonistas de la historia acordaron el fin de semana pasado una comida que se llevaría a cabo en el restaurante Casa Hevia, ubicado en Alejandro Dumas # 4 en Polanco, sin embargo al final se dio en el restaurante Estoril, ubicado en la misma calle Alejandro Dumas # 24 de la misma colonia Polanco.
Empero, en el encuentro evento estuvieron presentes otros actores que agacharon la cabeza y que al final aceptaron los acuerdos entre su líder de partido, Humberto Moreira, y el gobernador poblano, Rafael Moreno Valle.
Así que Javier López Zavala, secretario general adjunto del CEN del PRI; Juan Carlos Lastiri Quirós, presidente estatal del PRI poblano; y José Luis Márquez Martínez, líder de la bancada priista en el Congreso del Estado; fueron testigos de la negociación y capacidad del gobernador poblano para sacar adelante uno más de sus proyectos.
El caso es que ayer se acordó que la polémica reforma electoral del gobernador Moreno Valle Rosas será aprobada esta misma semana -el próximo viernes- por la mayoría de la LVIII Legislatura local, entre la que estarán incluidos la mayoría de los priistas.
Por cierto que Moreira solicitó una prórroga para poder analizar la propuesta completa y hacer una propuesta a la reforma original, especialmente en el tema de la redistritación. Sin embargo, al final el acuerdo con el mandatario poblano fue avalar el nombramiento del llamado “minigobernador” de 22 meses a cambio de evitar la reducción de los distritos poblanos (redistritación) y el tema de las Juntas Auxiliares.
Así que es casi un hecho la reforma electoral en Puebla, tal y como lo tenía previsto el gobernador del estado para empatar los comicios federales, estatales y municipales en el 2018. Ya sólo falta que mañana miércoles se siga el protocolo de la Comisión de Gobernación y se ajusten los detalles, porque los tiempos están ya marcados y acordados.
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