¿Qué y a quiénes les asusta que Facundo Rosas ande por Puebla y, además, posteando cifras en materia de huachicol? Pregunta seria, tras el escándalo de la prensa por las declaraciones que se desataron este fin de semana en torno a que si Puebla tiene o no huachicol y huachicoleros…
¡Y es que ya ni la burla perdona el exsecretario de Seguridad Pública! No por algo nuestro estado es el primer lugar nacional en ordeña clandestina de ductos de Pemex, un lugar que no es de ahorita, se ha trabajado desde hace muchos años a pulso, y el señor Facundo Rosas lo sabe, y lo sabe muy bien.
El nacimiento de muchos nuevos ricos se dio justamente en esa administración gubernamental, que no solo se notó en la capital poblana, sino en otros municipios que, además de generar recursos ilícitamente, también implementaron otro tipo de “negocios” que hoy están dando números que a muchos “les asusta”, dicen.
El actual gobernador, Alejandro Armenta, junto a su equipo de seguridad detallaron en días pasados la presencia de al menos siete grupos criminales como el Cartel Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa y La Familia Michoacana, entre otros, en el estado de Puebla, esto a muchos les hizo ruido. ¿Por qué?, porque tal vez el hecho de reconocer que se tiene un problema grave sea el primer paso para combatirlo, o a lo mejor porque, en el pasado, otros mandatarios preferían negarlo, defendiendo lo indefendible.
Puebla, pasó de ser el estado ideal para vivir y pasar desapercibido de los narcotraficantes, a ser el estado para operar y hasta fabricar la droga; para muestra, el operativo de hace dos semanas, en el que se detuvo a 14 personas en la capital y se decomisó evidencia necesaria en un narcolaboratorio en Tlaxcala.
Facundo Rosas es la persona menos indicada en “otorgar” cifras cuando, evidentemente, hubo protección a huachicoleros siendo él jefe de la seguridad. San Martín Texmelucan es claro ejemplo, uno de los municipios que parecía ser de los más tranquilos hasta que el huachicol se apoderó de la seguridad y que culminó en la destitución del entonces presidente municipal, Rafael Núñez Ramírez, la detención de todos los elementos de seguridad, desmembrados en la vía pública y un sinfín de situaciones que, hasta hoy, no se ha podido erradicar.
De ahí pasamos a verlo en la ciudad de Puebla, un lugar cosmopolita, con un auge impresionante en materia inmobiliaria y de negocios y que, de repente, lo que tanto se temía se cumplió; se convirtió en una plaza más, ya sea para el huachicol o para la droga.
El gobernador Alejandro Armenta, por supuesto y con justa razón, cuestionó la autoridad moral del exfuncionario para opinar sobre estrategias de seguridad, al que además llamó delincuente por su protección a la mafia de los hidrocarburos, porque hay que recordar que, entre 2013 y 2015, Facundo Rosas se desempeñó como titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), periodo en el cual las perforaciones clandestinas a ductos de Pemex se dispararon en un 91.8 por ciento.
Actualmente, el centro del estado ya no es el punto de operatividad de los huachicoleros, porque, bien o mal, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México se cerraron los ductos momentáneamente, lo que los obligó a buscar la ordeña en otros puntos, como en la Sierra Norte, en donde en estos seis últimos años se concentró el 73.2% del total del robo de combustible en Puebla, es decir que Texmelucan, San Matías Tlalancaleca o el Triángulo Rojo quedaron en el recuerdo.
La declaración entre líneas de Facundo Rosas en torno a que en la administración de Tony Gali o de Miguel Barbosa hubo más tomas clandestinas que en la de Rafael Moreno Valle no solo es absurda, es descarada, contemplando también que justo en ese periodo de tiempo Puebla se consolidó como el epicentro del robo de combustible.
Huauchinango es el municipio que hoy está concentrando nuevos ricos y ductos perforados, la razón ya la sabemos, así que dentro de las declaraciones que hace Facundo Rosas estaría fenomenal que también publicara los nombres de los altos mandos de Pemex con los que pactaban y con aquellos gasolineros que terminaron de beneficiar sus cuentas bancarias con el multimillonario negocio del huachicol.