Los estudiosos en demografía señalan que en cinco años será mayor la población de personas adultas mayores que la de jóvenes.
Disminución en las tasas de mortalidad, disminución de nacimientos, un mayor promedio de vida, son factores que lo han provocado.
Hace algunos años, cuando se empezó a señalar que se estaba revirtiendo la pirámide poblacional, parecía muy lejano el año 2030, ahora estamos a solo cinco años.
Esto habla de que serán las actuales autoridades de los Poderes Ejecutivos nacional y estatal –en el caso de Puebla– a quienes les corresponderá dar cuenta de los resultados de las acciones de política pública implementadas para la llegada a esta fecha.
Políticas públicas que lo mismo corresponden al sistema de salud, que a las de accesibilidad. Necesidad de un mayor número de gerontólogos para atender las enfermedades crónico-degenerativas, y en materia de infraestructura y servicios de muchas acciones que permitan la movilidad de las personas adultas mayores en las ciudades.
Esta desaceleración del crecimiento demográfico con el consecuente proceso de envejecimiento poblacional necesariamente requirió de implementar políticas públicas. ¿Se habrá previsto los sistemas de pensiones? ¿Se habrá previsto las adecuaciones al aparato productivo que tendrá un menor número de jóvenes?
A lo anterior, debemos agregar que en cinco años los países en el mundo, incluido México, deberá dar cuenta de los resultados obtenidos para “poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo, a combatir desigualdades, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas; y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales”, compromisos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Este año 2025 es el trigésimo aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que aprobó la Declaración y Plataforma de Acción en 1995 (Beijing+30) que determina reforzar compromisos para alcanzar la igualdad de género en rumbo hacia el 2030.
De ahí la importancia de recordar que México en cinco años debe dar cuenta de los resultados obtenidos, por supuesto sumando las acciones logradas en el estado de Puebla y los avances en todas las entidades federativas.
De ahí que toca a los actuales gobiernos, federal encabezado por la doctora Claudia Sheinbaum y estatal, por el actual gobernador de Puebla Alejandro Armenta, que elaboran actualmente tres ordenamientos: el Plan Nacional de Desarrollo, base de lo que será el Plan Estatal de Desarrollo; la Política Nacional de Igualdad y la Agenda de Mujeres, que son también la base en la que deberá sustentarse la Política Estatal de Igualdad y la Agenda de Mujeres para el estado de Puebla, que ambos implementarán para el periodo de sus gobiernos 2024-2030, incluir en su diseño las acciones para que las personas adultas mayores alcancen en el 2030 una vida digna; y las que impulsen a las personas jóvenes que para entonces tendrán una edad promedio en nuestro país de 30 años para que tengan la garantía de su desarrollo individual, considerando que ellos y ellas tendrán la responsabilidad de los cuidados de esas personas adultas mayores; por lo que reivindicar el valor de los cuidados, sin duda, pasa por aprobar el Sistema Nacional de Cuidados que sigue pendiente en su trámite legislativo y por formular el Sistema de Cuidados para el estado de Puebla, cuya implementación será fundamental para alcanzar también esa igualdad entre hombres y mujeres comprometida.
Todo lo cual incidirá seguramente en el resto de los compromisos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
No será difícil si las autoridades de los tres Poderes del estado y del país, así como los tres niveles de gobierno, cumplen realmente con el compromiso oficialista de reivindicación del humanismo.
Solo cinco años para alcanzarlo… el tiempo corre…
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Palabra de Mujer Atlixco
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