En el Instituto Electoral del Estado (IEE) nunca han entendido nada.
Ni la presidenta Blanca Yassahara Cruz García, ni el resto de los seis integrantes del Consejo General del organismo.
Ni mucho menos los bonachones y mañosos representantes de los partidos.
Para desgracia de los poblanos, el IEE es un ente sin pies ni cabeza.
Sus escándalos son infinitos.
Y si no juzgue usted:
El IEE enfrenta recientemente el escándalo del robo de boletas electorales, la renuncia masiva de consejeros en los órganos transitorios, la renta de inmuebles que no cumplen con las características y medidas de seguridad para albergar a los Consejos y al Centro de Captura y verificación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), así como la amenaza de los capacitadores, quienes advirtieron con no presentarse el día de la jornada electoral por la falta del pago a su trabajo.
Ya sólo falta que a los consejeros los orine un perro.
No obstante, hoy ya hay un nuevo escándalo en puerta.
Un problema muy delicado, en la antesala de la elección.
Un conflicto relacionado con el acuerdo “CG/AC-022/2024 ACUERDO DEL CONSEJO GENERAL DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO, POR EL QUE CONVOCA A LA CIUDADANÍA A PARTICIPAR COMO SUPERVISORAS O SUPERVISORES ELECTORALES LOCALES Y CAPACITADORAS O CAPACITADORES ASISTENTES ELECTORALES LOCALES, PARA EL PROCESO ELECTORAL ESTATAL ORDINARIO CONCURRENTE 2023-2024“
mismo que fue aprobado por el Consejo General, y que en su considerando número 3 es visible el tabulador que establece cual será el sueldo mensual que percibirán los capacitadores electorales (página 15 del acuerdo).
Resulta que el IEE ahora enfrenta una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ya que el citado acuerdo es violatorio de los Derechos Humanos y Laborales de quienes se desempeñan como capacitadores electorales.
Y es que el salario que pretende pagar el instituto se encuentra por debajo del establecido por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos para el Estado de Puebla, que es de $7,468.00 mensual en moneda nacional.
Vaya forma de meterse en líos.
Ni como ayudarlos.
Es muy evidente la incapacidad y la falta de conocimiento de quien elaboró y aprobó el acuerdo, pero, sobre todo, de quien proyectó el pago a otorgar a los nuevos funcionarios, quienes por algo no respondieron de manera favorable.
Sin embargo, está clara la incongruencia e incompetencia de los consejeros, quienes con el cuento de la falta de recursos en el organismo se siguen pasando por el arco del triunfo los derechos de los trabajadores.
Pero qué tal, la burocracia dorada del IEE, sin justificación alguna, se aprobó un incremento de un 50% en vales de gasolina, mediante el acuerdo.
Así los excesos y abusos en el IEE.
Los consejeros no tienen llenadera.
Nadie los frena.
Y lo peor, lamentablemente, no sólo entre los consejeros del llamado “árbitro de la contienda electoral en Puebla” existe falta de conocimiento respecto a la protección de derechos de los trabajadores.
Contrario al protocolo para la inclusión de las personas con discapacidad, como funcionarios y funcionarias de Mesas Directivas de Casilla, que, entre otras disposiciones, permite que la o el funcionario con discapacidad pueda ser acompañado en la casilla por alguien de su confianza, los consejeros del distrito 11 del INE en Puebla se resistían a la inclusión de una persona con discapacidad.
¿Pues no que toda la ciudadanía tiene derecho a participar como funcionarios/as de casilla?
¿No que muy incluyentes en el INE?
Así las cosas con los encargados de la elección en Puebla, a tan sólo un día de la jornada.
Hágame, usted, el chingado favor.
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