Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc
Además de su incurable corrupción y su obsesión por el dinero ajeno, Jorge Aguilar Chedraui y José Juan Espinosa comparten un vínculo con el que se han enriquecido escandalosamente a lo largo de sus decadentes carreras políticas y a su paso por la administración pública.
El auditor del estado Francisco Romero continua ventilando la escandalosa corrupción que dejaron como herencia los gobiernos del PAN en Puebla.
Y es que la nueva era de la ASE terminó con el secreto a voces que ya muchos conocían: los morenovallistas hicieron del erario poblano su caja chica al realizar un sinnúmero de dirty businees, que van desde la realización de obras con sobrecostos a través de constructores y proveedores fantasmas, el cobro de moches y diezmos en cada licitación asignada y el pago millonario de asesorías, las cuales eran realizadas por las firmas de los propios miembros del gabinete del sinestro Rafael Moreno Valle.
Tal vez el caso más representativo y famoso es el del esbirro y hoy preso Eukid Castañón, quien pasó de ser el hombre detrás del trono a ser una cara visible como contralor del estado y luego diputado local y federal.
A pesar de pertenecer al gobierno del estado y estar íntimamente relacionado con este, Castañón Herrera no dejó pasar la oportunidad de sangrar aún más las arcas del estado al cobrar por sus servicios contables y fiscales, a través de su despacho ubicado en la colonia La Paz, al Ejecutivo local y a casi todos los alcaldes de la entidad, bajo el entendido de que los servicios del hoy residente del Penal de San Miguel incluían también la aprobación de sus cuentas públicas.
Todos, o casi todos en la aldea, se tenían que alinear con Don Eukid.
(Los tiempos han cambiado mucho).
Otra que también sucumbió al encanto de hacer negocios con el dinero público a pesar de ser una auténtica comodina al pasar de la Contraloría del estado, a una diputación local, al Senado y después recibir una notaría chocolate, la cual ya le fue retirada, fue la desaparecida Patricia Leal, quien al igual que Castañón, también se llenó los bolsillos con el cobro de asesorías externas en materia fiscal, contable y tributaria.
De todos eran conocidos los millones que Patricia Leal y Eukid Castañón cobraran por asesorar al corrupto gobierno de Moreno Valle y a un buen número de ayuntamientos en el estado.
Pero, los casos que más llaman la atención son los de Jorge Aguilar Chedraui y José Juan Espinosa, de quienes, a la fecha, se desconocía sus “talentos” como asesores externos.
De hecho, los únicos talentos que se les conocen a este par de pillos son los de desviar recursos públicos y desfalcar las arcas de Puebla.
Los casos de la Secretaría de Salud y del Ayuntamiento de San Pedro Cholula dan constancia de ello.
De hecho, Espinosa Torres y Aguiar Chedraui comparten al mismo prestanombres: el empresario sexenal Eduardo Torres Chedraui, quien es primo del diputado local por parte de su familia paterna y también es pariente del ex titular de la SSA por su familia materna.
Además de la corrupción y la falta de calidad moral, Eduardo Torres es el vínculo que une a José Juan con Jorgito.
Y es que ya mucho se ha escrito de la mafia que Aguilar Chedraui enquistó en la Secretaría de Salud, con la que desvió más de 300 millones de pesos a través de un pull de empresas fantasmas, que era encabezado por Eduardo Letayf y Eduardo Chedraui, entre las que destacan las firmas de asesoría externas ya detectadas por la ASE.
El abultado expediente de Aguilar, que ya reposa en el escritorio del gobernador Miguel Barbosa, tiene muy bien identificados todos los negocios que el ex presidente del Congreso del estado realizó con las compañías de Torres Chedraui y de Eduardo Kuri Chedraui.
(De este último personaje pronto habrá más noticias en este espacio sobre los escandalosos negocios que realizó en la gestión de Aguilar Chedraui en la Secretaría de Salud).
Lo mismo sucedió durante el gobierno municipal de José Juan Espinosa en San Pedro Cholula.
El peor edil en la historia de este municipio de la zona metropolitana favoreció con jugosos contratos de asesorías y otras obras a las empresas de su primo Eduardo Torres: Arctic Cat e Industrias Aranza.
Sobra decir que el dinero de todos los proyectos asignados por el Ayuntamiento de San Pedro a las empresas de Torres Chedraui se tenían que blanquear para después ser depositados a las cuentas bancarias de José Juan Espinosa.
La lavandería de Cholula que también ya todos conocemos.
De nada sirve que, en redes sociales, los pillos morenovallistas nieguen los señalamientos hechos por Romero Serrano cuando las evidencias están a la vista de todos.
La corrupción que destilan el JJ y JACH apesta a kilómetros de distancia.
Los días en libertad de Aguilar Chedraui y José Juan Espinosa están contados.
El reloj de arena ya está tirando sus últimos granos.