Vaya pesadilla que viven los habitantes de Izúcar de Matamoros, desde la administración de Melitón Lozano Pérez a la fecha, con el gobierno de Irene Olea Torres.
Para variar, ambos, exedil y edil, emanados de Morena.
Pero ni a cual irle.
Evidentemente, el partido de la 4T ha fallado y quedado a deber en Izúcar con este par de políticos fracasados.
Ni Melitón Lozano, quien presume tener tablas de un supuesto político maduro, hecho y derecho, ni la mentada Irene Olea, quien ahora pretende colocar una cortina de humo a sus agravios para con la prensa, a fin de que se olviden en el m4Tenor tiempo posible de su escándalo.
Es una marranada que la edil de Matamoros acuse a Melitón Lozano de amenazas de muerte para tratar de desviar la atención y justificar la ingobernabilidad que se vive en su región.
¿No que con ella en el ayuntamiento las cosas serían diferentes?
¿Pues no que Melitón Lozano era quien reprimía a la prensa y a la gente?
¿Dónde quedó el supuesto gobierno pulcro y decente?
Resultó todo lo contrario.
Porque a Irene Olea lo que le sobra es prepotencia y opacidad a la hora de gobernar y ejercer su cargo.
Habrá que recordar que el nuevo escándalo en Izúcar de Matamoros se dio debido a que el pasado 10 de marzo las reporteras de Enlace Noticias y e-consulta, Michelle y Natalie Hoyos López, junto con tres activistas más y un hombre, fueron detenidas de manera arbitraria para someterlas, torturarlas y abusar sexualmente de ellas por parte de la Policía Municipal de Izúcar de Matamoros y de Irene Olea.
Las retuvieron, según la policía por órdenes de “la jefa”, es decir de la edil de Morena, para después desnudarlas, sobajarlas y golpearlas.
El delito que se les imputó fue haber ensuciado la ciudad, aunque ellas sólo acudieron a la conmemoración por el Día Internacional de la Mujer, el 8M, organizado por el movimiento denominado “Marea púrpura”.
Ayer, la misma Irene Olea negó ser la responsable de la detención y de los hechos, por lo que se deslindó de las agresiones cometidas contra las periodistas Natalie y Michelle de Hoyos López, e incluso aseguró que seis policías están siendo investigados por el caso de supuesto abuso.
Sin embargo, a la edil se le ocurrió la puntada de acusar, en medio del escándalo, al exsecretario de Educación, Melitón Lozano de ser el culpable del caso y de querer desestabilizar su administración.
Hágame el chingado favor.
Ahora resulta que Melitón organiza, manda y ordena a los gendarmes de Izúcar.
¿Pues no que ella gobierna en Izúcar?
Insisto, de los dos políticos de Morena que disque mandan en Matamoros ni a cuál irle.
Los dos dan pena.
Particularmente, porque trascendió que el atentado perpetrado contra las dos periodistas y sus acompañantes se debe a un acto de represión política, por parte de Irene Olea, debido a que las hermanas Hoyos López son hijas de Miguel Hoyos Bravo, director de Enlace de la Mixteca, uno de los medios más críticos del errático gobierno de Irene Olea Torres.
Irene Olea, por supuesto, negó todo y hasta se dijo amenazada y perseguida por Melitón Lozano, quien, según ella, la amenazó de muerte.
Afortunadamente, a la edil de Izúcar ya nadie le cree.
Ya todo mundo conoce sus abusos contra la prensa.
Y es que fueron 18 días después de los hechos contra las periodistas, hasta que a la edil se le dio la gana salir a disque aclarar las cosas, cosa que le resultó contraproducente porque los medios la avasallaron.
Afortunadamente, diversas instituciones del estado apoyaron la denuncia interpuesta por las periodistas, por lo que se pronunciaron, por ejemplo, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del estado de Puebla, la cual emitió medidas cautelares a Irene Olea por la presunta agresión sexual contra las dos reporteras por parte de policías municipales.
Y lo mismo hicieron la Secretaría de Gobernación, la Universidad Iberoamericana, así como los integrantes del colectivo Marea Púrpura y el director regional de la Oficina para México y Centroamérica de Artículo 19, Leopoldo Maldonado Gutiérrez.
Todos mostraron sororidad ante el caso menos la soberbia de Irene Olea, a quien 18 días después se le antojó dar la cara para disque investigar el caso.
Ojalá que el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ponga orden en Izúcar para que haya gobernabilidad en el municipio y no casos de nepotismo, como tanto le gusta a Irene Olea.
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