Supongo les sucedió lo mismo amigos, en casa hemos conversado acerca de lo rápido que se nos fue este dos mil veintitrés; hicimos un recuento de anécdotas, resulta que varias son del primer trimestre de este año y pareciera que sucedieron hace unos días. La pregunta que nos hacemos hoy se las traslado a ustedes: ¿Qué te deja de positivo este año? ¿Viajaste, reíste, creciste en tu negocio, realizaste algún sueño?
Salvo la mejor opinión de ustedes, fue un periodo “extraño” en cuanto a salud, me refiero a que varios nos confiamos respecto al famoso COVID pero nos alcanzó una vez más durante unos días; además y debido supongo a los intensos fríos, vivimos enfermedades respiratorias. La lección fue nunca confiarse y siempre cuidarse pues, como dijo un sabio: no hay dinero que alcance cuando la salud falta. Por temas de salud, también se nos adelantaron varias personas a la Casa del Padre, algunos que hoy en día sigo pensando en lo increíble que me resulta su partida, con mucho respeto y afecto los recordaremos.
Los que seguimos acá, en esta brega de eternidad, nos toca remar todos los días por ser mejores personas y, sobre todo: personas trascendentes. Sé que puede parecer trillado o sacado de librito lo que diré a continuación: ¿Ya tienes tus propósitos para este nuevo año? Sin quitar la importancia que año con año ese ejercicio debe tener, quiero opinar al respecto: hoy más que nunca en esa lista de propósitos estaría bien poner una viñeta que diga: dedicar tiempo a mi comunidad, a mi colonia, a mi metro cuadrado. En fin de año del aciago año 2020, todos hablamos en términos de solidaridad, sororidad, subsidiaridad, etcétera, pero tres años después, me preocupa que, pasada la intensidad del encierro involuntario, nos olvidemos lo difícil que fue vivir en el aislamiento y al mismo tiempo lo increíble que se sintió poder ayudar al prójimo para salir adelante.
Durante 2024, nos vamos a necesitar mucho unos a otros, veo muy complicado poder salir adelante “solos”, necesitamos hacer, en términos reales, COMUNIDAD. ¿Conoces a tus vecinos, los saludas? ¿Sabes quién es la persona que te cuida en la colonia o fraccionamiento? ¿Platicas con tus colaboradores más allá de sus funciones?
Mi invitación hoy es a conservar ese lado humano que tanto presumimos hace tres años, esa faceta que debe y debiera estar presente siempre. Mi invitación es a no olvidar la lección aprendida por el maldito bicho que arrancó de nuestro lado a seres queridos, que llenó nuestros ojos de lágrimas y nuestro rostro de estrés y preocupaciones. Hoy la única manera de salir adelante es trabajando muy fuerte cada día, pero haciendo comunidad y preocupándonos por nuestros iguales, buscando siempre transformar y trascender en nuestro “metro cuadrado”. ¡Les deseo un veinte veinticuatro trascendental! Abrazo afectuoso.
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