Todo comenzó el lunes, la estrategia cambió para señalar el apoyo por parte de los empresarios, se quedan sin recursos y la desesperación comienza a hacer mella.
El discurso tiene que ver con los compromisos y se tiene lista una serie de pasos, el martes se daría continuidad; ya está la coreografía, los nadadores ya tienen el carril, la tele está encendida y solo están esperando la pregunta, aseguran que será la debacle; la realidad es distinta.
El presidente responde que son mecanismos para atacar a la cuarta transformación, y lanza la pregunta: ¿de parte de quién?, aunque ya se lo imagina y sabe la respuesta, tiene nombre y apellido.
Los estrategas cambian un par de notas locales por el disgusto del presidente, por exhibirlo, pero ya no les interesa, conocen que el corazón y el apoyo que existe desde Palacio Nacional es para otra persona, por eso lo celebran, lo tuitean, lo comparten.
Comienzan a quemar las naves, sabedores de los tiempos; el cambio en las reglas de Morena y las mesas los ponen en desventaja, antes tenían espectaculares, bardas y todo tipo de publicidad, hoy la cargada está en otro lado, el R8 los dejó con sed de venganza, pero ya es tarde y el plan es señalar el apoyo de muchos empresarios, la mucha publicidad.
La cabeza de ese equipo no termina de entender que sus asesores son su peor enemigo, unos le generan crisis y otros no saben manejarlas.
Hasta sus infiltraciones y las preguntas sembradas les salen mal, ellos mismos dan la respuesta; de parte de la señora desesperación.
