“La palabra ciudad tiene su primer rastro hace más de 1,200 años y se relaciona con la palabra cité, del antiguo francés. Etimológicamente su origen se deriva de CIVIS que hace referencia a ciudadano y ciudadana”
Cada año, Nueva York es anfitriona de una semana de activismo, diplomacia, debates, acuerdos y polémicas en torno a la gobernanza, democracia y los 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), los cuales tienen siete años para lograr su cometido en 2030.
Las ciudades no pueden entenderse sin una planeación rigurosa, activa, colaborativa y sustentable, sin embargo, Puebla Capital sigue teniendo grandes pendientes ante los retos planteados en la semana de discusión en las Naciones Unidas.
Si bien es cierto en Latinoamérica tenemos grandes rezagos, pobreza, corrupción, desigualdad y falta de participación política activa de nuestra ciudadanía, la realidad es que quienes hoy gobiernan no han emprendido acciones permanentes y sociales que inviten a las y los poblanos a sumarse por hacer comunidad.
Tuve la oportunidad de atender y escuchar con atención diversos planteamientos de lo que una Ciudad con la densidad-diversidad poblacional y geográfica como Puebla debería tener, y no estamos al nivel de las exigencias internacionales y menos de las sociales.
Si la lógica de Puebla está basada en comunicar cuántos baches se tapan, hacer honores a monumentos y coludir abusos hacia las mujeres, déjenme decirles que estamos por el camino equivocado. Las grandes ciudades se caracterizan no solo por comunicar sus logros, aciertos y avances. También por convocar, sensibilizar y volver agentes de cambio a las y los ciudadanos que habitan su territorio.
Nunca he tenido el honor o responsabilidad de encabezar las riendas de mi ciudad, pero estoy segura que en la medida en que nuestros o nuestras gobernantes no atiendan, reflexionen y sumen a estas conversaciones globales para actuar en lo local, difícilmente podremos salir de la pobreza, desigualdad e inseguridad.
Una pregunta con un profundo análisis de escucha social llamó mi atención durante estos conversatorios.
¿Sabemos cuántas personas que habitan nuestros territorios conocen la agenda 2030, y qué hemos hecho para involucrar como parte de la solución a quienes representamos? –pregunta demoledora ante un sinfín de corbatas blancas que juran tener la respuesta a todo.
Los equipos corrieron, las fichas se compartieron pero la respuesta estaba clara.
No existía en la mente de quien gobernaba la ciudad esa visión.
Visión y percepción, no están en la misma ecuación.
Visión en intención, no está en el ADN de nuestra administración.
Visión en inclusión, un tema pendiente para nuestra próxima elección.
En Puebla, estamos por vivir un gran proceso electoral, con grandes pendientes que nos dejan más interrogantes que certidumbre.
Pero algo tengo claro después de esta semana de discusión global con efecto local. Puebla Capital merece más, las poblanas y los poblanos están listos para desarrollar un proyecto de largo alcance, de gran aliento y que trascienda trienios, solo hace falta la visión, convicción y fomentar ciudadanía para construir la Puebla que nos merecemos.
Seguiré insistiendo, #LasMujeresVan.