¿Cuándo fue la última vez que alguien te dijo con orgullo: “Tienes que conocer Puebla”? Lo curioso es que muchas veces esa recomendación viene de fuera. La nueva secretaria de Turismo del estado, Carla López-Malo, quiere cambiar eso desde la raíz: que los poblanos sean los primeros en presumir Puebla.
Durante nuestra charla en el podcast De Ruta Con…, Carla fue directa: “Me motiva que la gente de Puebla conozca su propio estado”. Su reto más grande no es atraer turistas internacionales (aunque también), sino despertar el sentido de pertenencia en quienes habitan esta tierra.
Y para eso, el primer paso fue escuchar. Comunidades, empresarios, operadores, alcaldes: todos tienen algo que decir. Junto con el subsecretario Carlos Márquez —quien estuvo de encargado de despacho en Sectur federal en la pasada administración—, elaboraron un diagnóstico para saber qué se necesita. El objetivo: hacer turismo con planeación y no por inercia.
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Carla López-Malo: de destino de paso a destino completo
Carla habla con brillo en los ojos cuando menciona sus lugares favoritos: las noches estrelladas en la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, los domingos de trueque en Cuetzalan, Zacatlán con tirolesas, puentes colgantes y aventura pura. No es solo promoción, es pasión. Pero también reconoce que a Puebla le falta algo clave: lograr que el visitante se quede más días.
Puebla ha sido históricamente un estado de paso, un lugar donde se come bien antes de seguir el camino. Eso debe cambiar. La apuesta ahora es motivar al turista a pernoctar, explorar rutas agroturísticas, asistir a conciertos, congresos de videojuegos o eventos deportivos. Y ahí entra la infraestructura: hoteles, salones, conectividad carretera. Está todo. Y se complementa con estrategias como el Pasaporte Turístico o el fortalecimiento del turismo de reuniones, un segmento que gasta tres veces más que el turista tradicional.
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Pensar en grande: planeación, conectividad e inversión
Turismo con visión de 10 años: eso plantea Carla López-Malo. Desde mejorar la imagen urbana de los Pueblos Mágicos, capacitar guías y funcionarios, hasta digitalizar a prestadores de servicios para que existan en internet. Porque si no estás en redes, no existes. Punto.
Por ello, Puebla forma parte de la Guía Nacional de Experiencias Turísticas Comunitarias, avalada por la Unesco, junto con otros ocho estados.
En cuanto al turismo internacional, el 80% de los turistas internacionales vienen de EE. UU. y Canadá, pero países como Colombia, España y Francia también aportan cifras importantes. La promoción actual está enfocada en activar ferias internacionales y organizar viajes de familiarización con medios y creadores de contenido.
Otro elemento en pro del turismo es la gastronomía poblana, una joya viva: desde recetas tradicionales hasta cocina contemporánea con un giro gourmet. El mezcal no se queda atrás: 60 medallas en el último concurso nacional, y una ruta del mezcal que abarca desde Tecali de Herrera hasta Izúcar de Matamoros.
La agenda es ambiciosa: 160 eventos proyectados para generar 8 mil millones de pesos de derrama económica. Se planea una DMO (Destination Management Organization, por sus siglas en inglés) para profesionalizar la promoción junto con el sector privado. Carla no lo dice con hype, lo dice con estructura: “Se avecinan buenos tiempos para Puebla”.
Y si lo dice ella, que ya vio las estrellas de Tehuacán y el alma de Cuetzalan, quizá es momento de creérnosla también los poblanos. Porque antes de presumir Puebla al mundo, hay que enamorarse de ella aquí mismo.