Mientras las grandes compañías de telefonía celular como Apple y Samsung luchan por presentar modelos cada vez más innovadores y con mayores funciones, la tendencia en cuanto a móviles parece ser otra.
Y es que para los que coinciden con el famoso programador estadounidense Richard Stallman, y consideran que el Internet agrede la libertad y la privacidad, ha surgido una moda retro con la reaparición de los celulares de tapa sin conexión a la red.
Aquel humilde teléfono plegable que poco a poco se fue quedando en algún cajón sólo como un recuerdo, está recobrando fuerza, e incluso algunas compañías como la misma Samsung están lanzando nuevos modelos basados en esas piezas.
Gracias a la nostalgia de la década de los 90 y al miedo generalizado por la posible filtración de nuestros datos en redes sociales, lo obsoleto del teléfono plegable se ha convertido en una alternativa de seguridad.
Según revela el sitio the outline, el resurgimiento de los celulares plegables también se debe a que algunas personas han comenzado a utilizarlos como un medio de resistencia sociopolítica.
Así lo revela un artículo publicado en The Seattle Times, donde se menciona que “el teléfono plegable es la nueva declaración de protesta”.
Como ejemplo tomó el caso de Roman Cochet, un pintor parisino de 30 años que decidió cambiar su iPhone 7 de $500 por un teléfono plegable LG de $30.
Abrumado por las constantes alertas, Cochet sintió que su creatividad se bloqueaba por tanto email, notificaciones de Instagram, Facebook, Uber o noticias. Después de un tiempo con el móvil plegable dijo que no lamenta el cambio.
Otro caso es el de Katie Reid, quien escribió en un artículo para The Baltimore Sun que no necesita un teléfono inteligente, pues tiene todo lo que necesita sin eso. Asimismo, Reid externó su deseo de desalentar a su hija de depender de los smartphones.
Pero también hay quien vuelve a estos modelos únicamente como una moda, pues algunas celebridades como Daniel Day-Lewis y Kim Kardashian han sido vistos utilizando este tipo de celulares.
Lo cierto es que por moda o por seguridad son cada vez más los que voltean a los teléfonos plegables, y los fabricantes comienzan a atender esta demanda.
Uno de ellos es Samsung, que recientemente lanzó el Galaxy J2 Pro, un teléfono con funciones básicas en comparación con los smartphones, y que, sobre todo, carece de conexión a internet.
De igual manera Nokia lanzó el modelo 8810 que funciona con un sistema llamado KaiOS.
Al parecer, los modelos que reemplazan a Android con este sistema son sencillos y pueden prescindir de una gran mayoría de las aplicaciones en su uso.
Lo cierto es que los teléfonos plegables y sin conexión a internet han surgido como una declaración a los móviles inteligentes, y sólo resta esperar si se trata de una moda pasajera o llegaron para quedarse.