México es un país que ha sabido preservar el cultivo de la más cuantiosa variedad de plantas sagradas. Por sus propiedades medicinales de diagnóstico y recreativas, el consumo de dichas plantas ha prevalecido en el tiempo. Desde la época prehispánica, los rituales llenos de espiritualidad y misticismo evocaban a los elementos naturales para alcanzar un estado de “elevación de conciencia”.
Los chamanes ingerían un brebaje compuesto por sustancias vegetales y alucinógenas, y después de unos cuantos minutos conseguían una experiencia divina, en la cual el estado modificado de la conciencia adoptaba una cosmovisión personal y multidimensional de los planos existenciales latentes.
Las inigualables experiencias de sus efectos visionarios, psicodélicos y milenarios se describen con respeto y admiración en el Códice Florentino, que trata del uso explícito de las plantas de poder en la cultura mexica. Existen plantas medicinales que se emplean con determinados fines y que no son nocivas para la salud, además de ser legales en el territorio mexicano, debido a que sus moléculas no contienen Nitrógeno a diferencia de los alucinógenos.
Aun así, su consumo implica el autoconocimiento, la percepción distinta de la realidad y la sanación interna. Por ello, te compartimos estas cinco plantas sagradas que puedes consumir legalmente.
Salvia Divinorum
ambién se le conoce como “ska pastora”, “ska María”, “hierba María” o “hierba de los dioses”. Se dice que los chamanes de la tribu Mazateca descubrieron este remedio sagrado, y lo usaban para inducir un trance que permitía llegar al inconsciente de la persona enferma para descubrir el origen de su dolencia.
Muchos afirman que durante la experiencia se “transforman en objetos”, y pueden encontrarse en distintos sitios al mismo tiempo, tener visiones y realizar viajes al pasado; luego de esto, viene una risa incontrolable.
Los Mazatecas la masticaban, engullían sus hojas o las disolvían en agua para beberla e iniciar la meditación.
Argemone mexicana
Esta planta proviene de la cultura Azteca y de la familia Papaveraceae, se le conoce como “Alimento de los muertos”, y todas sus partes tienen propiedades psicoactivas.
Se emplea de manera medicinal y anestésica, ya que trata enfermedades como la gripe, la fiebre, la inflamación, el dolor de muelas e incluso se dice que puede curar el cáncer.
Entre sus componentes químicos están el protopine, berberine y diversos isoquinilines. Se consume en mezclas de té o tabaco.
Calea Zacatechichi
Los indios Chantal le llaman “hoja de dios” o “hierba de los sueños”. Se utiliza en el tratamiento de padecimientos inflamatorios, aumenta el número de sueños y la capacidad para recordarlos. Tiene efectos onirógenos, sus síntomas son ligeros y pueden describirse como soñadores. Sus cualidades culinarias la vuelven un aperitivo ideal para abrir el apetito y mejorar el metabolismo.
Se prepara en un té con hojas secas para luego fumar un cigarro con las mismas hojas.
Damiana
También conocida como Turnera diffusa y Turnera aphrodisiaca. En la cultura Azteca, la usaban para mejorar la estimulación de las zonas genitales, y como remedio contra la impotencia sexual. A largo plazo aumenta la potencia y contribuye a regular las hormonas femeninas. Incluso muchos comparan sus efectos con los del Cannabis.
Además, mejora la circulación de la sangre y contiene elementos que estimulan directamente el sistema nervioso, por eso pueden aliviar una depresión leve, calmar la ansiedad y el nerviosismo.
Con la damiana se prepara una infusión para luego beberla.
Heimia salicifolia
Se le conoce como “hierba de los espíritus”, quizá por esto dicen que es un alucinógeno auditivo, ya que los sonidos percibidos se deforman y se escuchan lejanos. En la actualidad, los chamanes mexicanos la usan para contactar con El Divino.
Esta planta, al igual que las anteriores, es considerada como sagrada, y se le atribuyen poderes sobrenaturales. Se cree que puede resolver problemas en diferentes situaciones y se emplea para revivir las experiencias pasadas.
Todas estas plantas se han convertido en patrimonio cultural. Su majestuosidad, estudio y consumo humano es un legado repleto de enigmas que aún no son del todo comprensibles. Sin duda, el esplendor de la naturaleza y la psicodelia de las plantas sagradas han trascendido en el tiempo.
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(Con informaciòn de Cultura Colevctiva)
