El mal hábito de dejar muebles y electrodomésticos viejos en las calles de Puebla se ha convertido en un problema constante que va más allá de la simple basura: también está afectando seriamente a ríos, barrancas y otras zonas naturales de la ciudad.
Cada mes, el Ayuntamiento recoge alrededor de mil 250 objetos voluminosos, muchos de los cuales terminan obstruyendo cauces de agua y provocan inundaciones durante las lluvias. Estos residuos, al ser abandonados en espacios inadecuados, se convierten en una amenaza para el medio ambiente y la seguridad urbana.
Para atender esta situación, el Organismo Operador del Servicio de Limpia (OOSL) opera el programa “Descacharrización”, que del 15 de junio al 8 de octubre ha recibido más de 5 mil reportes ciudadanos solicitando apoyo para el retiro de estos desechos.
Según explicó Ricardo Omar Rodríguez Corte, titular del OOSL, el problema se presenta principalmente en fraccionamientos y unidades habitacionales, donde muchas veces los vecinos dejan sus muebles viejos junto a los contenedores, o peor aún, los lanzan directamente a ríos y barrancas. Aunque el programa cubre toda la ciudad, estos puntos concentran la mayor parte de los reportes.
Además, estas acciones suelen realizarse durante la noche, lo que dificulta identificar a quienes las cometen y complica imponer sanciones. Aun así, quienes sean sorprendidos tirando objetos en cuerpos de agua pueden recibir multas que van desde 5 hasta 50 UMAs, es decir, entre 565 y 5 mil 600 pesos.
Rodríguez Corte recordó que existe una alternativa totalmente gratuita: el servicio de recolección a domicilio, diseñado para que la ciudadanía pueda deshacerse de muebles y electrodomésticos sin contaminar ni generar caos. Los reportes pueden hacerse al teléfono 222 573 92 73 ext. 101, o a través del 072 y el 911.
Con este programa, el gobierno municipal busca no solo mantener limpias las calles, sino también evitar daños ambientales que podrían prevenirse con una mejor cultura de disposición de residuos.