Por Dalia Patiño
Si un vehículo usa 8 horas diarias combustible de buena calidad, tarda un promedio aproximado de 4 años para requerir mantenimiento, sin embargo, si el uso de combustible es producto del robo de hidrocarburo, la eficiencia del auto se reduce en un 50 por ciento, es decir, que con el mismo promedio de uso, pero con combustible robado, el vehículo requerirá en dos años o menos un mantenimiento más intensivo que una simple afinación.
Así lo determinaron estudios realizados por el Doctor en Ciencias en Ingeniería Mecánica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Javier Flores Méndez, quien explicó en entrevista para Reto Diario que el uso de combustible extraído directamente de los ductos de Pemex reduce 50 por ciento el tiempo de eficiencia del motor y la bomba de gasolina.
“Los ahorros a largo plazo se revertirán en composturas más costosas porque se requerirá de cambio de piezas ya que además de que la calidad del combustible no es la óptima, el contacto del hidrocarburo con los contenedores genera un desgaste del polímero que provoca que a los componentes del motor se les adhiera una película gelatinosa que causará también afectaciones al motor y a otras partes del automóvil”.
No es difícil conseguir el huachicol
“En Tenancingo, Tlaxcala se puede conseguir todo. Absolutamente todo, si es que tienes conectes”, responde seguro Tomás, un hombre de aproximadamente 40 años, comerciante, que vive en Puebla y que declara en entrevista que gracias a sus conocidos en Tenancingo ha logrado vínculos con huachicoleros para poder surtirse de combustible a un precio más bajo de lo que se expide en las gasolineras poblanas.
Hace poco más de medio año que Tomás compra combustible robado en Palmarito y reconoce que al inicio el litro de gasolina se la vendían en 5 pesos, pero “el gasolinazo también ya les pegó a ellos”, pues el costo de combustible robado subió de 8 hasta 11 pesos el litro. El argumento es que los riesgos para extraerlo han incrementado y eso se ve reflejado en el costo final del “producto”.
Como Tomás, cientos de poblanos acuden a los seis municipios del llamado triángulo rojo en Puebla (Tepeaca, Palmar de Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco) a surtirse de combustible robado a pesar de las afectaciones que esto implica para su propio vehículo.
Afectaciones en el octanaje y la combustión
En 2015, Petróleos Mexicanos (Pemex) decidió como estrategia para revertir en cierta medida la extracción ilegal de sus ductos la eliminación en la gasolina de determinados compuestos como el MTBE (metil tera butil éter). Esta gasolina no terminada, por llamarla de alguna manera, es la que genera los daños en el octanaje y la combustión del automóvil.
“A raíz del incremento en el robo de combustible, Pemex decidió aproximadamente hace año y medio quitarle sustancias químicas que le restan eficiencia al combustible que se transporta por los ductos, sobre todo en el octanaje (una escala que mide la capacidad antidetonante del carburante como la gasolina cuando se comprime dentro de un cilindro de un motor) y en la explosión o combustión”. Entonces al reducir el octanaje, el combustible no hace que el motor sea eficiente.
Pemex retiró así sustancias en el hidrocarburo que trasporta sin procesos de refinamiento óptimo, sin embargo a pesar de la medida el robo de combustible no cesó, muy al contrario se disparó en los últimos años.
El robo de combustible se dispara en 900%
De acuerdo a información otorgada por la propia paraestatal, desde hace 7 años las tomas clandestinas han aumentado un 900%, ya que en 2010 sólo tenían reportadas 691 tomas en todo el país. En ese mismo año, Puebla apenas tenía un registro de 49 tomas clandestinas.
El mayor incremento se dio en 2014, cuando la extracción ilegal del hidrocarburo empezó a dispararse hasta que en 2016 alcanzó un máximo histórico con 6,872 tomas clandestinas, en todo el país.
Para esa fecha (2016), en la que Puebla estaba gobernada por el ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas, la entidad llegó a encabezar la lista de estados con mayor robo de combustible, destacando 1533 tomas clandestinas, seguido de Guanajuato con 1309 y Tamaulipas con 942 tomas.
Una mallita para las impurezas
El doctor Javier Flores Méndez destacó también que la contaminación con partículas sólidas que se encuentran en la tierra y que contaminan el hidrocarburo cuando se extrae, también dañan al motor.
“Hay partículas de óxido, partículas metálicas y en otros casos residuos orgánicos como tierra, y eso es lo que contienen también los recipientes, los llamados huachicoleros así lo venden en el mercado de Huexotitla, de ahí la palabra huachicol. Incluso hay unos que van más lejos y añaden sustancias o pinturas para ofrecer una gasolina, supuestamente más pura”, refiere el investigador.
Pero para Tomás el riesgo no existe, su auto, después de medio año de usar gasolina producto de la extracción ilícita, no le ha generado problemas, por el momento. Su tranquilidad se sustenta en una malla que colocan cuando le despachan el huachicol.
“Lo cuelan con una media, y por eso ya no pasa ninguna basura y sale limpio, listo para usarse. A mí me dijeron que se me iba a descomponer el motor si lo usaba, pero hasta ahorita nada ha pasado y ya llevo medio año de consumo ininterrumpido”.
Al respecto, el doctor Flores Méndez explica que el supuesto colado sí puede detener algunas partículas durante el vaciado, sin embargo a nivel molecular no hay garantía de la pureza delcombustible.
“Al cabo de un tiempo empiezan a obstruir los componentes de donde está la cámara de combustión, lo que puede generar que el auto deje de funcionar y eso sería como un seguro para evitar que se dañen otras partes del vehículo. Así decimos que se daña la zona de la combustión o depósito de gasolina, provocando que se jaloneé o que no arranque, entre otros problemas.”
Sobre el tipo de modelos o año del automóvil, indicó que las variaciones en los daños no son muchas, lo que sí es seguro es que sí sufrirá repercusiones negativas en el funcionamiento cualquier tipo de automóvil que utilice esta gasolina extraída directamente de los ductos de Pemex.
“Cualquier modelo se daña, no hay excepciones en esto, y peor aquellos que no tienen convertidor catalítico, aunque esos modelos ya son muy inusuales. La conclusión entonces es que el ahorro inmediato a largo plazo resulta más costoso porque se dañan componentes del motor como conductos, bomba de combustible y otras piezas del automóvil que en términos monetarios implican gastos que pueden ser de 10 mil hasta 15 mil pesos, contra los 4 o 5 mil pesos que se ahorraron en la compra de huachicol”, concluyó el especialista.