La instalación del comercio informal es cada vez más preocupante. Los ambulantes desde hace varios meses se han apropiado poco a poco de las banquetas de calles como la 8, 10 y 16 Poniente; además, los peatones ponen en riesgo su vida al bajarse a la vialidad por donde circulan diversas unidades del transporte público y privado.
Desde temprana hora, incluso, antes de que los comerciantes formales abran sus negocios, los ambulantes colocan sus mesas, anuncios y lonas que servirán exhibir y ofertar sus productos a aquellas personas que transitan por la 10 Poniente, principalmente.
Ropa, tenis, zapatos, accesorios de moda, comida, útiles escolares, incluso perros se comercializan en la 10 Poniente, una calle que a decir de los mismos locatarios “es bastante complicada”.
A lo anterior, se suma las malas condiciones del pavimento, el congestionamiento vehicular provocado por el transporte público que hace base en cada esquina (en el tramo de la 9 Norte a la calle 5 de Mayo) y los automóviles particulares cuyos conductores se estacionan en doble fila.
El calvario para la gente que transita por dicha calle no termina ahí, pues, además tienen que cuidarse para no ser víctimas de la delincuencia. Desde hace varios años, los llamados “cadeneros” se han apropiado de la 10 Poniente, incluso, recientemente, algunos comerciantes colocaron cartulinas para prevenir a los poblanos sobre este delito.
Al respecto, comerciantes formales, a través de José Juan Ayala Vázquez, presidente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico, han solicitado a la autoridad municipal el retiro de los ambulantes, sin embargo, dicha acción hasta el momento no ha ocurrido.
En su momento, los locatarios han denunciado que con la instalación de informales sus ventas disminuyen hasta en un 50 por ciento, situación que incluso ha derivado en el cierre de algunos establecimientos. Este sector se capacitaron a 8,619 servidores públicos, entre los que se encuentran 4,431 estatales (51.40%), 3,271 municipales (37.95%) y 917 federales (10.67%).
