A sus 32 años, Kelly Brook confesó que le encanta lucir sus curvas y como a todas las modelos le preocupa su cuerpo, ya que lo considera “una gran parte de su identidad”.
“Amo mi cuerpo. Cuantas más curvas tengo, más feliz soy”, afirmó a la revista Look.
Además no le importa pesar más kilos, ya que dejó claro que “cuanto más peso, más me gustan mis senos y mi trasero, y más feliz me encuentro”.
Kelly tiene una cintura de 60,96 centímetros y caderas de 86,36, y tales son las medidas indicadas por los científicos de la Universidad de Texas como las de los cuerpos más hermosos.
Pero su envidiable anatomía no es fruto solo del gimnasio, pues su genética es generosa y le ayuda para aprovechar que tiene muy buen diente, y así no privarse de ningun alimento.
“Puedo comer lo que quiera con moderación y no tengo que hacer ejercicio. Yo sólo soy sensata y saludable, y nunca me quedo quieta durante mucho tiempo”, aseguró.
Por ello la modelo advirtió que prefiere “comer y tener busto” a “ser delgada y tener los pechos caídos”.