Wolfsburgo, Alemania. Wolfsburgo es una ciudad creada por Volkswagen —los nazis la pusieron en el mapa en 1938 para construir el “auto del pueblo”— que se enfrenta a la incertidumbre tras el escándalo por el que atraviesa la compañía; temen pérdidas de empleo en todos los niveles.
La ciudad se enriqueció con el boom de postguerra de la compañía y hoy las dos son inseparables. Hay un club de futbol que lleva el logo VW y que juega en el Estadio Volkswagen; la sede y las fábricas de la casa automotriz ocupan buena parte de la ciudad, hay un banco Volkswagen, una inmobiliaria Volkswagen e incluso una fábrica de salchichas Volkswagen.
Es por ello que cuando se reveló que la empresa había hecho trampa en las pruebas de emisiones de Estados Unidos, haciendo que sus acciones se desplomaran, todo el mundo se preocupó en esta ciudad.
“La gente está medio deprimida, cortarán muchas cabezas y no sólo en las altas esferas, sino también en los niveles más bajos”, expresó Mark Graff, de 65 años, mientras espera afuera de la fábrica de la empresa que termine el turno de su hija para recogerla.
Graff, cuyo hijo también trabaja en la planta, dijo que teme que si bajan las ventas, recorten los turnos.
Sumon Ahmed, un joven de 24 años que trabajó durante el verano en la planta de VW, dijo que la gente comentaba que tal vez no recibirían un suculento aguinaldo de cinco mil 900 euros (seis mil 610 dólares) por empleado, como estipula el convenio laboral.
“Habrá como mínimo una merma de ingresos a corto plazo, pero no sabemos cuál será el impacto de todo esto a largo plazo”, expresó, luciendo su camisa azul de VW al terminar su turno en la planta de ensamblajes de los modelos Golf y Polo.
Nadie sabe exactamente qué esperar, pero la mayoría de la gente piensa que los próximos meses serán duros ya que la empresa tiene que hacer frente a una cantidad de demandas legales al tiempo que trata de restaurar su imagen. El Gobierno local, por lo pronto, ya congeló los gastos, la contratación de personal y el alcalde Klaus Mohrs también anunció que por ahora se suspendían los nuevos proyectos.
A nivel nacional, el economista de ING, Carsten Brzeski, dijo que no se sabe a ciencia cierta en estos momentos cuál será el impacto de la crisis en la economía alemana, pero “está claro que, como propietaria de marcas en siete países europeos y teniendo 13% del mercado mundial, esto se hará sentir”.
Por ahora, la fábrica de VW ubicada en Salzgitter eliminado un turno por semana y la división de servicios financieros y congeló las contrataciones.
