A Puerta Cerrada por Jorge Rodríguez Corona
“¿Martha Erika candidata?
Si Martha Erika Alonso de Moreno Valle fuese nominada candidata del PAN al gobierno del estado en 2016, para competir por la minigubernatura, podría decirse, y con mucha razón, que Rafael Moreno Valle, su esposo, estaría valiéndose del poder político que tiene para favorecerla.
La historia política nacional muestra ejemplos similares que no han llegado a buen término.
Por tanto, hacerlo, postular a la presidenta del Sistema Estatal DIF en 2016, sería poco prudente.
Moreno Valle lo sabe.
Fue por eso, entre otros motivos, que se negó a respaldar a Fernando Manzanilla Prieto en la contienda por la presidencia municipal de Puebla en 2013.
Esa vez, ni la maquinaria de la Secretaría General de Gobierno echada a todo vapor pudo obsequiarle a Manzanilla la candidatura.
‘Cómo se vería que el gobernador pusiera a su cuñado de candidato. Las críticas no se harían esperar, incluso de fuera del estado’, cuentan que argumentaba Moreno Valle a quienes le preguntaban por Manzanilla cuando ya se le veía como el suspirante descarrilado.
El mandatario fue prudente con su cuñado.
Entonces debe de esperarse que con su esposa lo sea todavía más.
De ahí que Martha Erika Alonso no represente una alternativa viable para su sucesión.
Por el contrario, si la nominación ocurriese en 2018, con Moreno Valle fuera de Casa Puebla, nadie podría acusar al hoy gobernador de heredarle el mandato a su cónyuge.
Como se sabe, José Cabalán Macari y José Antonio Gali encabezan los planes del morenovallismo para retener el gobierno del estado en 2016 y darle continuidad al grupo en 2018.
Según las previsiones planteadas desde ahora, se espera que el secretario de Infraestructura contienda por la minigubernatura y que el alcalde de la capital lo haga por el siguiente periodo de seis años.
Esos son los planes trazados desde el cerro de Los Fuertes.
No obstante, como suele ocurrir en estos temas, ninguna certeza de hoy será suficiente para apostar que así vaya a suceder en el futuro.
Aunque Cabalán y Gali pinten para candidatos a gobernador, ambos como representantes de la continuidad morenovallista, nada garantiza que lo vayan a ser.
Hay que tomar en cuenta que las circunstancias personales y las acciones que emprenda el rival de enfrente, el PRI, pueden conducir a la modificación de los pronósticos.
Justo eso es lo que se ha comentado al seno de los hombres del poder local en semanas recientes.
Que Cabalán no alcance el potencial de voto necesario y que el tricolor vaya con Blanca Alcalá Ruiz en 2016, obligaría a un replanteamiento de condiciones de competencia, lo que podría terminar con el arribo emergente de Gali, como ya se ha comentado en esta y otras columnas.
Y si el presidente municipal va por la minigubernatura, quedaría un hueco que cubrir para la siguiente elección.
Un nuevo tirador tendría que emerger en 2018 para mantener los proyectos en pie.
Aquí es donde encaja el perfil de Martha Erika Alonso.
La presidenta del DIF tiene militancia panista desde 2009, es miembro formal de las dirigencias estatal y municipal del partido y hace unos días fue incorporada a la Comisión Permanente que en lo sucesivo tomará las decisiones trascendentales del blanquiazul a nivel nacional.
Esta escalada de posiciones evidencia la enorme confianza que Moreno Valle ha depositado en ella para el cuidado de sus intereses partidistas, pero también muestra el potencial de una mujer con interesantes expectativas de crecimiento personal.
A estas alturas, después de recorrer el estado durante más de cuatro años para primero hacer campaña con su esposo y después emprender labores de asistencia social a través del DIF, Martha Erika ya debe poseer capital político propio.
Eso es lo que obliga a considerarla para el futuro.
Ser electa candidata con un gobernador en funciones que no sea su esposo le quitaría los obstáculos éticos que enfrentaría en 2016.
Que ella no tenga en mente una candidatura ni trabaje para ello es una cosa.
Pero que las circunstancias la lleven por otro camino, en apariencia remoto, podría ser otra.”
Hasta aquí la cita de la columna publicada por el reportero el 16 de junio de 2014, hace 15 meses. Como usted verá, el contenido recobra vigencia tras el virtual arribo de Alonso de Moreno Valle a la secretaría general del CDE del PAN como compañera de planilla de Jesús Giles Carmona.
***
El rector de la BUAP Alfonso Esparza Ortiz tiene todo preparado para rendir el domingo 4 de octubre su segundo informe de labores ante los integrantes del Consejo Universitario.
La cita es a las 10:00 horas en el auditorio del CCU, allá en la zona de Angelópolis.
El acontecimiento es importante en el terreno político porque marcará justo la mitad del periodo de gestión para el que Alfonso Esparza fue electo.
Después de ese día, como proceso natural, el jerarca de la máxima casa de estudios comenzará a dedicar parte de su energía al trazado de los planes de la reelección que seguramente buscará dos años más adelante.
No, como ha dicho, Esparza no está interesado en trascender de manera pública más allá de la universidad.
Pero la política universitaria es otra cosa: es una actividad inherente al cargo de rector que se practica todos los días desde que se rinde protesta.
Ésa es la que se incrementará de forma gradual después del segundo informe.
***
No lo platique en voz alta, pero Alberto Jiménez Merino podría ser el directamente beneficiado de la pequeña revuelta emprendida el fin de semana pasado por seis de los aspirantes del PRI a la minigubernatura de 2016, entre ellos él.
Cuentan que algunos integrantes del grupo de la “unidad” le habrían ofrecido al delegado de la Sagarpa respaldarlo en sus aspiraciones políticas a cambio de que, una vez instalado en Casa Puebla, en el supuesto de que fuera electo candidato y después ganara el proceso electoral, apoyase a uno de ellos de la misma forma pero para el 2018.
¿Será?
Eso es lo que se dice.
Faltaría ver que dentro de ese mismo grupo todos aceptaran los términos del presunto acuerdo y después (lo más complicado) que Manlio Fabio Beltrones, su dirigente nacional, les diera el “sí”.
Verdad o mentira, los jaloneos por la candidatura del PRI siguen su curso, como en todo proceso de sucesión.
@jorgerdzc