Santiago. El Instituto Sismológico de Chile cifró esta noche en 8.4 grados Richter el terremoto que sacudió a siete regiones del país y que dejó un saldo parcial de tres personas fallecidas.
En conferencia de prensa, la presidenta Michelle Bachelet reconoció que todavía no es posible determinar con claridad la situación en el país dadas las 16 réplicas sensibles que ha tenido hasta el momento el terremoto.
La mandataria informó que hay tres personas muertas, dos en la zona del epicentro del sismo, y un anciano que pereció a raíz de un infarto cardiaco en la comuna capitalina de Maipú.
Michelle Bachelet dijo que a primera hora de mañana viajará a la región de Coquimbo donde se concentran los mayores daños.
La Presidenta dijo que se estudia que zonas serán declaradas como de catástrofe y que en primer lugar se ha decidido suspender las actividades escolares durante este jueves 17, vísperas de la celebración de las Fiestas Patrias.
El movimiento telúrico se registró a las 19:54 (22:54 GMT) a 36 kilómetros al oeste de la localidad de Canela Baja, en la región de Coquimbo (500 kilómetros al norte de Santiago) a una profundidad de 11 kilómetros, indicó el informe de CSN.
Al sismo le han seguido repetidas y fuertes réplicas. En tanto, las autoridades han emitido alerta de tsunami.
Hay gran pánico y en la zona más afectada, Coquimbo, no hay agua ni luz y la gente ha comenzado a salir hacia las alturas por temor a la furia del mar. Incluso, en Arica e Iquique, mil 800 y 2 mil 100 kilómetros al norte de Santiago, se desaloja el sector litoral.
En tanto, la telefonía colapsó y el metro de la capital chilena interrumpió por una hora sus servicios.
Todo indica que el número de víctimas debe subir, aunque se ignora la proporción, especialmente en la aldea de Canela, donde se habría ubicado el epicentro de este movimiento telúrico que ha registrado 16 réplicas sensibles, tres de ellas de intensidades 6,1; 6,4; y 6,6.
Mientras se informó que en Argentina el sismo se sintió con fuerza, aunque no con la violencia que en Chile.
En 2010, la zona central de Chile fue sacudida por un terremoto de 8.8 y posterior tsunami que dejó más de 500 muertos.




