Los indocumentados, en su mayoría de Honduras y El Salvador, que llegan a las estaciones migratorias del Instituto Nacional de Migración en Puebla y Tlaxcala son víctimas de abuso de poder por parte del personal.
De acuerdo con el Informe Derechos Cautivos, presentado este día por la Universidad Iberoamericana Puebla, los estados de Puebla y Tlaxcala cuentan con dos estaciones migratorias con capacidad de 60 y 40 personas, respectivamente.
“Su ubicación es importante porque forma parte de la ruta de muchos migrantes que desean evitar el tren conocido como La Bestia por su peligrosidad, y por lo tanto requiere pasar por esta zona”, destacó Marcela Ibarra, académica de la Ibero Puebla.
Durante 2014, la Ibero Puebla realizó un proceso que incluyó el acompañamiento a los indocumentados en sus procesos para su regularización, particularmente de personas solicitantes de asilo que requerían de orientación jurídica.
“En ninguno de los centros de detención se reportaron explícitamente casos de maltrato o tortura. No obstante, se ha observado en el que la interacción entre los custodios y los migrantes conlleva fuertes llamados de atención y órdenes, que son reflejo de abuso de poder, aunque las personas no lo perciben de tal manera”, destaca la investigación.
El estudio presentado, destaca que en Puebla y Tlaxcala, los centros de detención para migrantes se rigen por reglamentos internos, cuyos contenidos son explicados a las personas al momento de su llegada.