Pilar Pérez
Tepeyahualco. De julio a noviembre el grupo de especialistas a cargo de los trabajos de la zona arqueológica de Cantona, bajo la supervisión de Ángel García Cook, tiene como meta lograr el descubrimiento de otras dos hectáreas que guardan parte de la arquitectura conformada por piedra basáltica en la ciudad asentada en una superficie total de 15 kilómetros cuadrados. El objetivo es llegar a 27 hectáreas y alcanzar 1.8 por ciento de la restauración.
Después de una labor de 22 años, el sitio ha sido descubierto en 1.4 por ciento, despejando 25 hectáreas que se encontraban cubiertas con montículos bajo los cuales se ubicaban las plazas habitacionales, juegos de pelota, bases piramidales y el estilo de vida de una cultura prehispánica asentada en una ciudad asimétrica.
La ciudad cantonesa cuyos inicios datan del año 300 antes de Cristo se puede catalogar como una arquitectura caprichosa, toda vez que piedra sobre piedra cada uno de sus elementos fue levantado. Sus edificadores utilizaron lo que les dio la naturaleza, aprovecharon las herramientas que a lo largo de los años la lava del eje volcánico les dejó.
Es con la intención de cumplir con la meta establecida que nueve arqueólogos acompañados por los pobladores de la zona, conformaron en mismo número de campamentos en los que trabajan toda la mañana deshaciendo los montículos, halando piezas y recuperando las estructuras que componen la gran ciudad.
Los avances en la “Ciudad Desconocida”
Para este periodo, que inició el 16 de julio, los arqueólogos trabajan en la restauración de tres zonas habitacionales que se ubican a la orilla de las calles que se ya se encuentran abiertas al público en la zona sur del sitio. Asimismo, se concluyó el descubrimiento de unas terrazas y una plaza con su base piramidal, que desde hace un par de semanas son visibles al público en el recorrido que se ha habilitado.
En entrevista con El Sol de Puebla, García Cook, explicó que los rescates que se han realizado desde 1993, cuando se aprobó el proyecto para el descubrimiento de la “ciudad desconocida”, representan una riqueza importante para la cultura mexicana, toda vez que Cantona tiene características que ningún otro asentamiento en Mesoamérica replicó, de ahí la importancia de los trabajos que ahora se desarrollan.
“En la parte cívico-religiosa, en la acrópolis, se están trabajando unidades de élite; ya acabaron una, la llamada 159 A y están trabajando en el 159 B, además de una calle por la que podrá caminar el público visitante”, explicó el arqueólogo en entrevista previa al inicio del recorrido de dos horas y media que esta casa editorial realizó por la zona.
La meta de la temporada 2015 y 2016 es unir la plaza habitacional cinco que ya se encuentra explorada con la parte central con la intención de que sea la misma zona y después juntarlos con el circuito oriente, mientras se definen las demás áreas de trabajo.
Entonces, hasta el momento se tienen descubiertas y bien definidas las construcciones con piedras basálticas en una superficie de 27 hectáreas que representan dos más que el año pasado, ahora con la intervención de nueve puntos, aproximadamente, ubicados en la zona sur, más el apoyo de especialistas del INAH quienes se encuentran en la Ciudad de México.
García Cook es oriundo de Oaxaca, no obstante ha dedicado 22 años de su vida al descubrimiento de la zona arqueológica para revelar al mundo el desarrollo del pueblo cantonés, mismo que no se compara con alguna otra de sus contemporáneas, pues a diferencia de otros puntos prehispánicos, en “la ciudad desconocida” se aprecian claramente las bases piramidales, donde habitaban los gobernantes, y alrededor las construcciones en las que vivía el resto de pueblo, con sus patios y juegos de pelota.
En 2014 el arqueólogo reveló a este medio de comunicación que la restauración de esta ciudad no se trata de un proyecto fácil y así se ha comprobado, pues un año más ha pasado y el avance será cercano al 0.4 por ciento en el descubrimiento del total de la superficie de la ciudad asentada en los municipios de Tepeyahualco y Cuyoaco.
La única ciudad con 27 juegos de pelota
Es la zona sur del sitio la que se encuentra en exploración, con 22 años de trabajo -desde 1993- se tiene identificada la construcción de mil 513 calles, de tal forma que los especialistas se han dado a la tarea de elaborar los planos y estimar la formación de al menos 4 mil 500 calles en la ciudad a los largo de sus 15 kilómetros cuadrados.
Después de la zona arqueológica de Teotihuacán, en dimensión, Cantona es la más grande en México junto con Chichen Itzá o Tula de Allende; sin embargo, también dijo que Cacaxtla es nueve veces más chica que Cantona y Xochicalco es seis veces más pequeña.
Además, y tomando en cuenta las ciudades mencionadas, Cantona es la única de Mesoamérica en la que fueron construidos 27 juegos de pelota, de los cuales ya se descubrieron seis y la peculiaridad de estos es que se ubican exactamente en conjunto con las bases piramidales y las plazas habitacionales, en los que además no hay aros para ensartar la pelota, a diferencia de las canchas de otras culturas.
Entonces, en el recorrido habilitado para los turistas, es viable apreciar 19 unidades arquitectónicas, tres vías de circulación, seis unidades habitacionales, seis juegos de pelota y recientemente las terrazas. Mientras que los excavadores trabajan en la limpieza de avenidas que unen los propios circuitos.
Durante este periodo los arqueólogos junto con García Cook, con herramientas en mano, trabajan sobre las piezas, fijándose en cada uno de los elementos para procurar que cada uno encaje en su lugar original y con el sueño de seguir viendo crecer la ciudad que hace más de dos décadas solo eran montes, como los que aún se aprecian alrededor de la parte sur de la ciudad, los cuales resguardan otras bases piramidales, los juegos de pelota y sus unidades habitacionales.
Museo de sitio alberga 500 piezas
La zona arqueológica de Cantona abrió al público en octubre de 1994 después de 20 meses de trabajo de restauración en la zona, cuando se definió el recorrido en la zona sur de la ciudad prehispánica mismo que permanecer hasta la fecha, durante ese tiempo los expertos y los pobladores se han vuelto aliados para el reconocimiento y recuperación de las edificaciones así como de los vestigios que ahora alberga el Museo de Sitio.
En este espacio de exposición, de acuerdo con la explicación del administrador de la zona arqueológica, David Cuevas Pastrana, se ubican 500 piezas que han suido halladas durante los 22 años de trabajo por los pobladores y los responsables del sitio, las cuales son exhibidas desde octubre de 2012 cuando el museo fue inaugurado.
En el lugar el que se exponen piezas que formaban parte de la vida diaria de sus pobladores entre las que se encuentran restos óseos de animales, elementos decorativos, cuchillos, navajas, ollas, piedras de molienda; asimismo, se aprecian instrumentos musicales ornamentos de piedra verde y concha, así como restos óseos humanos encontrados en funerario y hasta la réplica de una vivienda de las plazas habitacionales.
La zona arqueológica está abierta todos los días del año de 09:00 a 18:00 horas y se encuentra tan solo a una hora y media de la ciudad de Puebla tomando la vía Amozoc-Jalapa.
