Las familias poblanas enfrentan una caída de su nivel de bienestar, porque el 75 por ciento de los trabajadores reciben menos del salario mínimo constitucional, es decir, de los ingresos necesarios para contar con una alimentación adecuada, vivienda y vestido.
Así lo explicó Miguel Reyes Hernández, coordinador del Observatorio del Salario de la Universidad Iberoamericana Puebla, quien resaltó que durante el resto del año se agudizarán los problemas económicos.
“Actualmente, el 75.79 por ciento de la población no alcanza un salario mínimo constitucional, lo que ha generado que la movilidad social sea negativa. Por movilidad debemos entender el proceso de actividad económica que genera un empleado, es decir, en 1984 el 66 por ciento de la población sin estudios podía alcanzar un trabajo, hoy el 61 por ciento de la población con estudios de preparatoria a posgrado difícilmente cuenta con un trabajo, teniéndose que conformar con lo primero que encuentra”, comentó.
Agregó que la educación ya no es garantía de movilidad social, y por consiguiente no garantiza la obtención de un trabajo bien remunerado.