De manera accidental empleados del área de Protección Ambiental de Estados Unidos derramaron unos tres millones de galones de residuos tóxicos en aguas del Río Colorado.
Por este motivo las aguas de dicha fuente de agua fueron contaminadas al punto de cambiar a color amarillo por lo peligroso de sus componentes.
De acuerdo con agencias, el percance dio inicio el pasado 5 de agosto, cuando al momento de drenar una vieja mina de oro enviaron el contenido a un sistema pluvial del río.
Hasta el momento los análisis del agua han dado como resultado grandes cantidades de arsénico y más metales pesados, aunque no ha quedado claro si el derrame representa un riesgo para la gente.
Con información de AFP
cpg