Del centenar de quejas presentadas por personal del Instituto Nacional Electoral (INE), 85 por ciento fue por maltrato laboral y el resto por hostigamiento sexual.
Marco Antonio Baños, presidente de la Comisión del Servicio Profesional Electoral, informó que buscará dar celeridad a la atención de esas denuncias, interpuestas durante un año por empleados del instituto.
Dicha estadística se originó a partir del lanzamiento de un protocolo para prevenir y atender el hostigamiento y el acoso sexual laboral, que se puso en marcha a principios de julio de 2014, aprobado en ese entonces por el Consejo General del INE para que el personal tenga la posibilidad de denunciar estas situaciones mediante buzón, vías electrónica o telefónica o de manera personal.
En noviembre del año pasado se lanzó en el INE la campaña para invitar a los empleados a denunciar estas irregularidades. En las paredes de oficinas y pasillos todavía se pueden ver algunos carteles alusivos al tema.
Baños explicó ayer que pidió que se hiciera una revisión puntual respecto de qué debe proceder en cada uno de los casos y analizar si el protocolo está resultando eficiente para disminuir esta clase de situaciones.
Al cuestionarlo sobre el elevado número de quejas, comentó que el instrumento tiene un periodo de aplicación todavía breve y, por tanto, fue la reacción inicial de la gente que se siente lastimada por sus superiores o sus compañeros de trabajo y presentó ese número de quejas.
Veracruz y Edomex, con más denuncias
El número más alto de denuncias se dio en Veracruz y el estado de México.
Al preguntarle si se emprenderán medidas extraordinarias para resolver este número de querellas, explicó que la dirección ejecutiva del Servicio Profesional Electoral atenderá las relacionadas con miembros del servicio civil de carrera y las relacionadas con personal de la rama administrativa se sustancian por medio de la dirección ejecutiva de administración.
El protocolo incluye lineamientos para dar seguimiento a los casos, evaluar al personal que atiende a las víctimas y una guía básica para brindar contención emocional a los afectados en estado de crisis.
