Tres de las principales aerolíneas de Estados Unidos —American Airlines, United Airlines y Southwest Airlines— anunciaron que cancelarán cerca de 700 vuelos durante el fin de semana debido a la falta de controladores aéreos provocada por el cierre de Gobierno más largo en la historia del país.
La medida responde al recorte del 4% de operaciones aéreas ordenado por la Administración Federal de Aviación (FAA) para mitigar el impacto de la escasez de personal en los principales aeropuertos estadounidenses.
Southwest Airlines informó que cancelará 100 vuelos el sábado y 150 el domingo, afectando a 24 aeropuertos en todo el país. En un comunicado, la aerolínea explicó que busca “minimizar el daño a los clientes” ante la reducción forzada de su capacidad operativa.
Por su parte, United Airlines y American Airlines confirmaron que cada una suspenderá 220 vuelos nacionales este fin de semana, priorizando los itinerarios internacionales. United agregó que recortará otros 190 vuelos el lunes y 269 el martes, según declaraciones a la cadena CNN.
Los aeropuertos más afectados son O’Hare (Chicago), Newark (Nueva Jersey) —que sirve al área metropolitana de Nueva York— y Ontario (California), donde se han registrado cierres temporales de operaciones durante los fines de semana.
De acuerdo con datos de Cirium, citados por The New York Times, las interrupciones siguen siendo moderadas, aunque se advierte que el panorama podría empeorar si continúa la crisis presupuestal.
La FAA reconoció que el cierre gubernamental ha provocado la salida de más de 2 mil controladores aéreos, muchos de los cuales han abandonado sus puestos por falta de pago y sobrecarga laboral. “Hemos visto controladores trabajando jornadas de diez horas, seis días por semana”, declaró un portavoz del sindicato, quien calificó la reducción de vuelos como una medida preventiva ante un posible colapso del sistema aéreo.
Mientras tanto, el Congreso estadounidense mantiene el estancamiento político: los demócratas condicionan su apoyo para reabrir el Gobierno a la extensión de los subsidios del programa Obamacare, mientras los republicanos buscan aprobar la propuesta con mayoría calificada.




