La Oficina del Primer Ministro informó que la decisión se tomó tras una reunión del Gabinete de Seguridad, luego de que se reportaran supuestos ataques contra tropas israelíes en el sur del enclave palestino. Netanyahu instruyó al escalón militar a ejecutar “contundentes operaciones” para responder a las agresiones y restaurar la seguridad.
Fuentes oficiales indicaron que el rompimiento del alto el fuego también se relaciona con la entrega fallida de los cuerpos de rehenes por parte de Hamás, lo que Israel considera una violación directa del pacto mediado por el presidente estadounidense Donald Trump. Dicho acuerdo contemplaba la liberación de rehenes, el retiro parcial de tropas israelíes y el aumento de la ayuda humanitaria en Gaza.
Poco después del anuncio, aviones de combate israelíes sobrevolaron Jerusalén y diversas zonas de Gaza, donde se registraron bombardeos en Deir al Balah y Jan Yunis, dejando al menos cinco muertos y decenas de heridos, según autoridades locales.
Por su parte, Hamás negó haber incumplido el acuerdo y acusó a Israel de fabricar pretextos para justificar una nueva ofensiva militar. El grupo palestino pidió a los mediadores internacionales garantizar la aplicación de las cláusulas del pacto y permitir la recuperación de cuerpos en zonas de conflicto.



