Efekto 10
Ricardo Morales / Serpientes y Escaleras
La semana que está a punto de concluir fue crucial para la unción de quien será el candidato del morenovallismo a gobernador en 2016.
La designación, como estaba “cantada”, recayó en el actual presidente municipal de Puebla, Antonio Gali Fayad, quien durante la semana recibió todo tipo de adhesiones a la vieja usanza del PRI.
El rito comenzó cuando el propio Gali reconoció que le gustaría buscar la candidatura a la gubernatura del estado.
Uno a uno, los diferentes partidos que conformarán en breve la coalición que respaldará a Gali en la elección del próximo año se pronunciaron a favor del edil capitalino, como en antaño lo hacían los sectores del tricolor para respaldar al ungido.
De esta forma, primero se pronunció a favor de Gali el PRD a través de sus regidores en el ayuntamiento de Puebla, Erik Cotoñete y Gabriela Viveros, quienes condicionaron la posibilidad de una alianza con el PAN solo si Tony es el candidato.
Luego lo hizo Nueva Alianza en voz de su dirigente estatal, Gerardo Islas Maldonado, quien se sumó a la cargada galicista señalando, como en todos los casos, que el alcalde es el hombre sobre el cual debe descansar el futuro del morenovallismo.
A este pronunciamiento le siguió el del dirigente de Compromiso por Puebla (partido de corte estatal), Germán Martínez, quien también se pronunció a favor del presidente municipal de Puebla para que sea quien represente la continuidad.
A la serie de pronunciamientos a favor de Gali, de los diferentes partidos políticos que irán con el edil capitalino, el pasado miércoles, se dio tal vez el más importante de todos y el cual a la mayoría le pasó desapercibido: el espaldarazo que recibió Tony de su principal adversario en la carrera por la nominación: el líder de la bancada del PAN en el Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui.
El espaldarazo de Aguilar es más que significativo. Jorge no solo era el principal competidor de Gali por la nominación, sino es —además— quien encabeza al grupo de los “duros” del morenovallismo.
Es decir, el grupo de personajes que han luchado al lado de Rafael Moreno Valle, desde la época que estaba en la Secretaría de Finanzas, y que lo acompañaron al éxodo luego de que Mario Marín Torres no cumpliera los pactos signados luego de la declinación del hoy mandatario a favor del mixteco en 2004.
Jorge es un hombre valioso que en el futuro será sin duda el heredero del grupo del gobernador: es el único que por sí mismo ha comenzado a formar una carrera política, lo cual —sin duda— le redituará a futuro.
De esta manera, Gali se perfila para —si todo sale bien— ser ungido a principios de año como el candidato de la coalición que va a enfrentar al priismo en su intentona de regresar a Casa Puebla.
Algo que debe tomarse en cuenta es que en esta elección solo se elegirá a un gobernador: no habrá nadie más en las boletas, por lo que será un auténtico mano a mano.
Otra variable es que por primera vez —desde 2010— el morenovallismo no tendrá el control de los órganos electorales, situación que empareja el piso a favor del PRI, el cual prepara todo para sacar a su candidato a finales del mes de noviembre, o a más tardar a principios de diciembre.
Esta semana fue la semana de la unción de Antonio Gali, quien tiene todo el camino libre por delante rumbo a 2016.
Rafa Cañedo, presidente de Lobos
Tal y como lo adelantó el director general de la KeBuena Puebla y titular del programa En Línea Deportiva, José Hanan Budib, el 1 de julio será presentado el nuevo patronato del equipo de la Universidad Autónoma de Puebla, Los Lobos, que estará encabezado por el empresario radiofónico Rafael Cañedo Carrión.
Cañedo encabeza la estación líder en Puebla en el género tropical y grupero: la 102.1 FM y es reconocido en toda la ciudad por organizar la fiesta más concurrida de la radio, donde se reúnen más de 60 mil personas año con año.
Rafa Cañedo es hijo del inmortal político y empresario Rafael Cañedo Benítez. Enhorabuena.
