Jorge Rodríguez Corona / A Puerta Cerrada
Los acontecimientos políticos de cara a la sucesión de gobernador han comenzado a ocurrir de manera vertiginosa.
Tan solo dos semanas después de la contienda de candidatos a diputados federales y tras una breve y necesaria pausa para digerir el marcador electoral, el morenovallismo ha mandado señales claras para comunicar que, en efecto, como se presuponía desde hace un buen rato, la carta con la que jugará se llama “José Antonio” y se apellida “Gali Fayad”.
El presidente municipal de Puebla planeaba salir al día siguiente de las votaciones, el lunes 8 de junio, para dictar una conferencia de prensa que tuviera como contenido el trabajo emprendido por su administración en los dos meses de veda electoral.
La sorpresa propinada por el 9-7 (en favor del PRI) obligó a posponer el mini-informe de actividades para el miércoles 17, donde, por fin, Gali dijo que sí, que cómo no, que sería el más feliz aunque fuera gobernador por un día.
“Como si fuera un concurso y dijeran: ‘Oye, vas a ser gobernador por un día’, pues yo sería el hombre más feliz, pues también sería un motivo de orgullo el poder ser gobernador”, expuso ese día frente los reporteros.
Detrás de eso vinieron nuevos sucesos en cascada.
Destaco dos de ellos por su relevancia.
El primero, en estricto orden cronológico, ocurrió hace dos días en la sede del Poder Legislativo.
Desde el Congreso, el diputado Jorge Aguilar Chedraui expresó su respaldo al edil y se dijo dispuesto a contribuir en su campaña si decide contender por la gubernatura.
Así respondió al reportero Efraín Núñez:
“’Tony’ Gali es un buen perfil. Definitivamente, es muy competitivo, ha hecho un buen trabajo. Estaré al pendiente de la decisión que él tome y de los tiempos para poder hablar puntualmente de ello. Si está en condiciones y decide competir, estaremos dando la batalla. (…) Somos parte de un proyecto para mejorar a Puebla, que busca un mejor lugar para vivir”.
La adhesión es importante.
Durante meses, quizá años, el ex secretario de Salud fue considerado por un sector del morenovallismo como la mejor de las alternativas para encarar la sucesión.
Todavía en este 2015 su nombre rondaba, y fuerte, en la mente de algunos integrantes de la burbuja.
De ahí la relevancia de manifestar su apoyo a Gali, así como lo hizo, en público.
El segundo acontecimiento se dio ayer, de boca, ni más ni menos, que del gobernador Rafael Moreno Valle.
Sin hacerlo de manera directa, el mandatario le dio el espaldarazo al edil mediante una lluvia de elogios.
Reconoció en Gali a una figura “de gran relevancia, de peso; a un alcalde que está dando obras, resultados en la ciudad y que cuando participó como secretario de Infraestructura mostró tener una gran visión para el desarrollo del estado”.
El morenovallismo ha mostrado prisa por ungir a su elegido.
Más claro, imposible.
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Lo que falta ahora es la definición del candidato a gobernador en el equipo de enfrente, el del PRI.
De su identidad aún no se sabe nada, pero se da por verdadera la creencia de que su elección no pasará por el edificio del Comité Ejecutivo Nacional del partido, sino por la Secretaría de Gobernación de la administración federal, donde despacha el ex gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong.
Ya sabe usted quiénes de los aspirantes tricolores están dispuestos a contender por la minigubernatura y quiénes de plano prefieren hacerse los desentendidos para tratar de ir hasta la otra, la de 2018.
Aun así, no descarte sorpresas mayúsculas.
Un trascendido de reciente manufactura ha vuelto a poner como objeto de sus aseveraciones a la senadora Blanca Alcalá Ruiz.
Esta versión asegura que desde la capital del país se le pedirá, casi, casi ordenará, que abandere al tricolor en los comicios del 2016.
Se trata de un dicho no confirmado.
No obstante, sirve de contexto para ligarlo con otro.
Por aquí cerca se comenta que la identidad del candidato priista servirá para conocer con exactitud el interés del gobierno federal por recuperar Casa Puebla.
Y que si la candidata fuese Blanca Alcalá, se añade, querrá decir que sí hay interés, pero sobre todo, que sí habrá competencia real para intentarlo.
@jorgerdzc


