El estadounidense Jim Rogers, inversionista liberal conocido como el “gurú de las materias primas”, advirtió al mundo sobre lo que le espera en cuestión de finanzas: mayores confiscaciones de riqueza por parte de los planificadores centrales, un colapso mayúsculo de los mercados financieros, el regreso del oro como la inversión preferida, mayores caídas en los precios del petróleo –seguidas de una reversión de esa tendencia–, el rebote de Rusia, el estallido de la burbuja en China y la revalorización de las materias primas, en especial, las agrícolas.
En entrevista para el portal Peak Prosperity, Rogers vaticina que en un lapso de uno o dos años, comenzarán a surgir grandes problemas en los mercados financieros del mundo que causarán pánico en los bancos centrales, lo que a su vez provocará que se imprima más dinero y los gobiernos incrementen su deuda en un intento por “estimular” la economía, fórmula que a lo largo de la historia ha demostrado resultar más perjudicial que benéfica.
La gente, señala “el gurú de las materias primas”, se negará a continuar este juego y, entonces, “ya nada ni nadie podrá rescatarnos”, por lo que considera que volverán los buenos tiempos del oro, ya que éste no es susceptible de ser eliminado de las hojas de balance de los bancos y, por tanto, el riesgo de impago es nulo. “Sospecho que el próximo colapso financiero y económico será aquel con el que no podremos lidiar”, dijo.
Asimismo, Rogers reveló que por el momento su mayor posición la tiene en dólares estadounidenses —destaca la edición de Forbes México en su edición en línea, que rescata la entrevista—, no porque tenga en ellos una gran confianza, sino porque cuando llegue el momento crítico, la gente correrá a los activos “refugio” que conoce. Pese a que el dólar sea una divisa terriblemente corrompida y que la deuda del país que la emite sigue crece y crece, “la gente no sabe qué más hacer” que correr a él.
El mensaje que Rogers nos envía —señala Forbes—, es que dadas las frágiles condiciones de la economía y los mercados globales, a pesar de la mentira que repiten los medios predominantes de la “recuperación”, es cuestión de tiempo para que una nueva crisis del nivel de la de 2008-2009 nos golpee.
Cuando eso ocurra, las burbujas reventarán y es posible que se infle una nueva en el dólar. Será entonces el momento justo de tener el valor de cambiar esos corrompidos billetes verdes por activos como materias primas agrícolas, oro, plata, etc., que nos permitan protegernos del siguiente colapso. Ésa, la madre de todas las burbujas, será la del dólar, y tras su estallido es posible que incluso pierda para siempre su carácter de divisa de reserva.
