Un nuevo caso similar al de “Papayita”, ocurrido en Coahuila, sacudió a la comunidad estudiantil del Conalep San Luis Río Colorado (plantel 202), en Sonora, donde un alumno resultó intoxicado luego de que dos compañeros presuntamente le hicieran beber una sustancia química, presentada como agua, el pasado 10 de octubre.
De acuerdo con la madre del joven afectado, estudiante de quinto semestre de Electrónica, los compañeros –identificados por ella como Alexis y Carlos– le ofrecieron agua tras comer una torta, pero el líquido contenía un químico utilizado para limpiar aires acondicionados. El alumno alcanzó a dar dos tragos y escupió el tercero al sentir ardor en la garganta, el esófago y el estómago.
Fue trasladado de urgencia a un hospital, donde los médicos diagnosticaron 70% de intoxicación y daños en órganos internos. La madre interpuso una denuncia ante el Ministerio Público, acompañada por el Grupo de Atención a la Violencia Intrafamiliar.
Reacción del Conalep
El Conalep Sonora confirmó el incidente y anunció la expulsión de los dos alumnos involucrados, decisión tomada por el Comité Técnico Escolar “en estricto apego a las normas y reglamentos institucionales”.
“Desde el primer momento en que se identificó la situación que concernía al estudiante afectado, el plantel actuó de inmediato aplicando el protocolo de atención correspondiente”, declaró la directora del plantel, Elsa Oralia Cruz, quien subrayó que la acción permitió “poner a salvo la vida del menor y brindar la atención oportuna necesaria, en coordinación con las instancias médicas y autoridades competentes”.
El comunicado oficial añadió que el joven fue atendido de inmediato y posteriormente dado de alta para continuar su recuperación en casa, y que el plantel mantiene comunicación constante con la familia y con las autoridades ministeriales, que investigan el caso para determinar la naturaleza exacta del agente ingerido y las posibles responsabilidades penales.
Medidas y prevención
Tras el incidente, el Conalep informó que reforzó las medidas de vigilancia, control y prevención dentro del plantel para evitar que se repitan hechos similares. La institución “rechaza enérgicamente cualquier manifestación de acoso, hostigamiento o bullying” y exhortó a madres y padres de familia a reforzar la comunicación y acompañamiento de sus hijos.
“Reiteramos nuestro compromiso con la seguridad, el respeto y el bienestar de toda la comunidad estudiantil”, concluyó la directora.
Un caso que recuerda a “Papayita”
El suceso ha despertado comparaciones con el caso de Carlos Gurrola, “Papayita”, ocurrido en Torreón, Coahuila, donde un trabajador murió en septiembre tras ingerir una sustancia tóxica como resultado de una presunta broma de sus compañeros.
Gurrola permaneció 19 días hospitalizado con graves lesiones internas antes de fallecer. Su madre, María del Pilar, exigió justicia y advirtió que su hijo no debía quedar impune:
“Ahorita fue mi hijo, al rato va a ser otro y otro, y que no quede la muerte de mi hijo impune”.
El paralelismo entre ambos casos –uno en el entorno laboral y otro en el escolar– ha reavivado el debate sobre las “bromas” que derivan en violencia, acoso o agresión, y sobre la responsabilidad institucional y social frente a este tipo de conductas.