En contraste con otras zonas de la ciudad, las calles 8,10 y 16 Poniente, entre 3 y 5 Norte —cercanas al primer cuadro de la capital poblana— están en mal estado e invadidas por vendedores informales, situación que pone en riesgo a los peatones pues para no caer en las alcantarillas sin tapa y para sortear los puestos ambulantes, deben bajar al arroyo vehicular, por donde circulan varias unidades del transporte público y privado.
Durante un recorrido efectuado por RETO Diario, se observó que las banquetas de las calles antes mencionadas están llenas de hoyos que, a decir de los mismos comerciantes, ya han ocasionado varios accidentes, principalmente en temporada de lluvias.
Aunado a ello, sobre la 10 Poniente existen registros de empresas de luz y telefonía que desde hace varios meses no tienen tapa.
A las anteriores problemáticas se suman los cientos de vendedores informales que desde temprano se instalan sobre la 8,10 y 16 Poniente, y que dificultan el libre tránsito de los poblanos y visitantes que acuden a la zona.
Ambulantes se han apoderado de las calles
Si bien en la 5 Norte el ayuntamiento de Puebla colocó huellas podotáctiles —líneas para facilitar el andar de invidentes—, la realidad es que estas están completamente obstruidas por los puestos de los vendedores colocados de manera irregular.
En entrevista, Diego Martínez, dueño de un local ubicado en la 10 Poniente, relató que la mayoría de los ambulantes son groseros y actúan en complicidad con los inspectores de la Dirección de Vía Pública de la comuna.
“No se les puede decir nada porque en seguida se empiezan a reunir para agredirnos con palabras altisonantes, además, hemos visto cómo los ambulantes les dan dinero a los trabajadores de la Secretaría de Gobernación para no ser retirados”.
Asimismo, dijo que gran parte de los informales deja las calles llenas de basura, misma que se va directo a las alcantarillas y que posteriormente en temporada de lluvias, deriva en inundaciones o en su caso, encharcamientos.
Transporte público, fuera de control
El señor Diego agregó que diariamente el transporte público “hace de las suyas”, pues hace paradas en lugares prohibidos, además de que circula a alta velocidad, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto.
“Hacen paradas prohibidas y además los vehículos particulares se estacionan en doble fila, es una locura. Es necesario que el ayuntamiento intervenga”, consideró.