A 20 días de la explosión de una pipa de gas en el puente La Concordia, que dejó 31 personas muertas y más de 50 heridas, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina, presentó un paquete de medidas para reforzar la regulación y seguridad en el transporte de sustancias peligrosas en la capital del país.
Brugada señaló que el objetivo es “garantizar una movilidad segura” y prevenir riesgos asociados al traslado de materiales tóxicos, hidrocarburos y gas.
Principales medidas anunciadas
Las disposiciones, que serán integradas al Reglamento de Tránsito de Ciudad de México, incluyen:
- Límite de velocidad: máximo de 30 km/h para vehículos que transporten sustancias peligrosas.
- Restricción de carga: prohibida la circulación con más de 40 mil litros de materiales tóxicos o hidrocarburos.
- Rutas limitadas:
- Pipas con más de 10 mil litros no podrán circular por vías secundarias.
- Unidades con más de 20 mil litros solo podrán transitar entre las 22:00 y 05:00 horas.
- Prohibición total de circulación por vías de acceso controlado como Periférico o Circuito Interior.
- Sanciones: se duplicarán las multas por incumplir estas disposiciones.
- Vigilancia: instalación de radares móviles en los cinco accesos carreteros a la capital (Puebla, Querétaro, Toluca, Cuernavaca y Pachuca) y puntos de revisión aleatorios.
- Licencias y capacitación: para obtener la licencia tipo E2 será obligatoria la constancia de manejo de sustancias peligrosas y certificaciones avaladas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
- Control vehicular: los transportistas deberán presentar un dictamen autorizado por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
- Protección Civil: se publicarán lineamientos para la elaboración de programas internos de seguridad en empresas que distribuyan gas natural, gas LP e hidrocarburos.
Respuesta directa a la tragedia
La mandataria capitalina subrayó que estas medidas son una respuesta directa a la tragedia de Iztapalapa, que expuso la vulnerabilidad de la ciudad ante accidentes de alto riesgo.
“Esto significa fortalecer la regulación de materiales y sustancias que nos ayuden a prevenir esta situación que aún nos aqueja”, declaró Brugada.
Con la reforma al Reglamento de Tránsito, el Gobierno de la CDMX busca no solo sancionar a quienes incumplan, sino reducir significativamente los riesgos para la población y garantizar un mayor control sobre el transporte de sustancias peligrosas.