La Ciudad de México y el Estado de México enfrentaron este sábado una tormenta histórica que dejó a su paso inundaciones de más de un metro de altura en calles y viviendas. La intensidad de la lluvia obligó a activar la alerta púrpura en Iztapalapa y paralizó parcialmente la Línea A del Metro, generando caos en la movilidad y afectaciones a miles de familias.
De acuerdo con estimaciones técnicas, cayeron alrededor de 30 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a 12 mil albercas olímpicas. La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, informó que la precipitación “rompió todos los pronósticos”, y desplegó brigadas de emergencia para atender a la población.
Las colonias más golpeadas fueron Vicente Guerrero, Ejército de Oriente, La Colmena, La Nopalera y Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, donde el agua alcanzó niveles de hasta metro y medio en algunas viviendas. En Tláhuac y Gustavo A. Madero también se reportaron severos encharcamientos, mientras que en el Estado de México municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco e Ixtapaluca sufrieron afectaciones en vías primarias y zonas habitacionales.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro suspendió el servicio en el tramo de Guelatao a La Paz, debido a la acumulación de agua en la calzada Ignacio Zaragoza, una de las vialidades más afectadas. Policías y bomberos apoyaron a usuarios varados, mientras cuadrillas trabajaban para restablecer el servicio lo antes posible.
Más de 90 bomberos, 156 trabajadores de SEGIAGUA y brigadistas de Protección Civil participaron en las labores de auxilio, enfocadas en desalojar el agua y levantar un censo de daños. La saturación de vasos reguladores y plantas de rebombeo evidenció nuevamente la vulnerabilidad de la infraestructura hidráulica ante precipitaciones extremas.
Autoridades llamaron a la ciudadanía a mantenerse atenta a los canales oficiales de Protección Civil y reportar afectaciones.