Alfonso González
De acuerdo con el resultado electoral arrojado por los comicios federales del pasado 7 de junio, ni el PRI, ni el PAN podrán ganar las próximas elecciones si deciden ir solos en busca de la minigubernatura, hasta el momento por un periodo de un año con 8 meses.
Ambos partidos, los más grandes y poderosos de Puebla, ya descubrieron que tienen la urgente necesidad de recurrir a las alianzas o coaliciones para poder ganar las próximas elecciones a fin de lograr la continuidad del PAN o el regreso del PRI a Casa Puebla.
El desgaste del PAN y del PRI es evidente.
Sobre todo ahora que las candidaturas independientes ya son toda una realidad, y además una opción para ciudadanos que no simpatizan con ningún partido político.
Esto, por supuesto, también contribuye a la democracia de un país como México, el cual se mantiene en los primeros lugares de corrupción en el servicio público y la política.
Ya el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas (RMV) le enseñó -en el 2010- el camino a los distintos partidos y al PRI para poder triunfar en los procesos electorales complicados, por lo que con el resultado electoral de hoy los políticos tricolores están dispuestos a apostarle todo al 2016.
El Verde, el partido de los falsos políticos ecologistas, como el diputado local Juan Carlos Natale, seguirá su alianza con el PRI, tanto en el 2016 como en el 2018.
El próximo candidato del PRI-Verde, se dice, no es otro que Alejandro Armenta Mier, quien ganó la diputación federal por el Distrito 7 de Tepeaca con méritos propios y con puro producto de gallina.
Porque aunque Armenta haya asegurado que será un diputado de tres años y lo haya firmado ante notario, todavía tiene como salvación aquello de “si mi partido, la militancia y la ciudadanía me lo piden me veo obligado a responderles porque a ellos me debo”.
Sería interesante ver un encontronazo entre Tony Gali, edil de Puebla, capital, y candidato del PAN, versus Alejandro Armenta.
Y es que Blanca Alcalá Ruiz (BAR), actual senadora del PRI, aún prefiere esperar a consolidar su proyecto con miras al 2018 para poder convertirse en la primera mujer gobernadora de Puebla.
Eso sí, si en determinado momento el CEN priista considera que BAR debe convertirse en su abanderada para el 2016 entonces no tendría otra salida más que acatar la orden y participar.
En el PRI no hay mejores gallos para las próximas elecciones a gobernador que Armenta y Blanca, no hay que buscarle, ni pensarle mucho.
Así que los priistas buscarán pactar una alianza local, además del Verde, con el Panal, con Movimiento Ciudadano y hasta con el Partido Pacto Social de Integración (PSI), propiedad de Javier López Zavala, diputado federal.
Sin embargo, digan lo que digan, la marca Tony Gali aún está vigente, tanto en el interior del estado como en la capital poblana.
El PAN, por su parte, estaría buscando armar una alianza con el PRD, o lo que queda del sol azteca, con Compromiso por Puebla, con el Panal y hasta con el PSI.
Porque de sobra está decir que en una elección local no se vota igual que en una federal, o viceversa.
Los factores, los sentimientos, las campañas, los mensajes y toda la estrategia son distintos.
El PRI está motivado y quiere volver a respirar tranquilo, extraña el poder y ya vio que en una de esas le pega y vuelve a la vida.
El PAN, hay que subrayarlo, si continúa dividido, fragmentado, en dos bandos -yunques y morenovallistas-, de brazos caídos, no tiene un futuro promisorio.
Esto no les convine para nada ni a los yunquistas, ni al morenovallismo, ni mucho menos a sus líderes, Rafael Micalco Méndez y RMV.
Ambos perderían todo.
Y aún falta ver cómo termina el PAN después de la renovación de sus dirigencias -nacional y estatal- en los próximos meses.
De lo que sí hay toda certeza es que ni Madero ni Micalco tendrán un camino de rosas para imponer su voluntad en lo futuro; el primero para imponer a algún posible gallo que lo suceda, y el segundo para reelegirse en el cargo.
En tanto, Ricardo Anaya ya se perfila para el CEN panista.
Para el PAN poblano la figura de Pablo Rodríguez Regordosa ya no convence a muchos, por lo que se busca otro perfil que poder impulsar para suceder a Micalco.
La ventaja que tiene Tony Gali como posible candidato es que los yunquistas, así como cualquier organización, partido o agrupación social, están dispuestos a sumarse a su proyecto por el simple buen trato y acercamiento que tiene con la gente.
El edil capitalino, hay que recordar, aún tiene la posibilidad de convertirse en un candidato ciudadano, toda vez que no está afiliado al PAN ni a ningún otro partido a fin de poder ser, por qué no, un fenómeno como el famoso “Bronco”, Jaime Rodríguez de Nuevo León.
Eso sí, Tony Gali debe estar alejado de las grillas y de los pleitos entre panistas, de los simuladores y de quienes juegan doble en los dos bandos del PAN.
Si el equipo que llevó a RMV a Casa Puebla no se recompone será muy peligroso para su futuro más próximo.
Su líder, RMV, ya tiene otra ruta y ya inició su camino.
El futuro de su equipo en Puebla ya depende de sus mismos protagonistas.
En Twitter: @poncharelazo