El mensaje lanzado por la líder del Congreso local, Laura Artemisa García Chávez, a la dirigencia nacional de Morena fue claro, en el sentido de que la designación de la representación de este partido a la alcaldía de Puebla en 2027 debe recaer en una mujer.
Muchos pueden pensar que es demasiado prematuro hablar de esos temas, pero no es así.
Estamos a casi un año de que comience la lucha por la alcaldía de Puebla, en donde no solo está en juego quién va a gobernar la cuarta ciudad más importante del país, sino también la primera parte de la sucesión gubernamental, lo cual no es un asunto menor.
Aunque en lo personal no creo que la elección vaya a ser un día de campo para Morena, sobre todo en la capital, lo que sí es un hecho es que la pelea principal se va a centrar en la elección del candidato o candidata del partido hegemónico.
La pugna entre los aspirantes morenistas sin duda va a ser muy interesante, quizá hasta más dura que la propia elección constitucional, tal y como fue en 2023 para la selección del abanderado a la gubernatura, la cual finalmente recayó en Alejandro Armenta.
Las reglas no escritas de la política señalan que la mayor parte de los candidatos a diputados federales los designa la presidenta Sheinbaum, quien seguramente recomendará algunos personajes, a otros el partido.
Los diputados locales, todos, se supone deben llevar el sello del mandatario, al igual que la mayor parte de los candidatos a presidentes municipales.
Temas como la no reelección, el nepotismo y las alianzas establecidas entre los partidos satélite (Verde y PT) pudieran complicar un poco el escenario electoral, pero en los hechos, esto debería de ser de manera natural como se definan las cosas.
Cabe señalar que la siguiente legislatura debe ser, a diferencia de la actual, sí o sí, perfiles identificados con el gobernador Armenta, pues se trata de la legislatura con la cual cerrará su administración y la que tiene que cuidar sus cuentas públicas.
Estos aspectos son sumamente relevantes y nos llevan ahora a lo que será la definición de la candidatura a la gubernatura de Puebla, la cereza del pastel a repartirse en 2027.
Como lo señalé al inicio de esta columna, en 2027 lo que se define con la candidatura a la alcaldía por parte de Morena no es solo quién va a gobernar la ciudad más importante del estado, sino, en una buena parte, quién se enfila como posible sucesor del mandatario en turno, aunque en la última década las cosas referentes a este tema también han cambiado.
El candidato o candidata de Morena a la alcaldía de Puebla tiene un 50% del boleto para pelear la candidatura a la gubernatura en el 2030, de ese tamaño es lo que se juega en este ejercicio.
En 2018, la candidata de Morena a la alcaldía de Puebla fue la para ese entonces desconocida activista Claudia Rivera, misma que ejerció su derecho a la reelección en 2021, pero perdió a manos del panista Eduardo Rivera.
Para el 2024, el entonces gobernador sustituto, Sergio Salomón Céspedes, ejerció su derecho de designación e impuso a su amigo, el empresario de origen libanés, José Chedraui Budib, el actual alcalde capitalino.
Ahora, las mujeres de Morena pugnan porque la candidatura recaiga en una persona del sexo femenino como supuestamente debería de ser, si es que la dirigencia nacional aplica el tema de la alternancia.
¿Qué mujeres pudieran ser competitivas? Esa es una muy buena pregunta y para eso construyen algunos perfiles como el de la exalcaldesa, la ya citada Claudia Rivera, actualmente diputada federal por Tepeaca, fruto de una negociación cupular con el ya también citado gobernador Céspedes.
Otra mujer con amplias posibilidades es la actual directora de la Lotería Nacional, Olivia Salomón Vibaldo, quien goza de una posición de privilegio al frente de este organismo, el cual le permite visitar todos los estados del país y fortalecer relaciones, amén de ser cercana a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Una tercera en discordia es ya desde ahorita la actual líder del Congreso local, Laura Artemisa García Chávez, mujer cercana al gobernador Armenta y quien pareciera ser su carta más fuerte, pero no la única.
Parece que el mandatario tiene otras cartas femeninas, como la secretaria del Deporte y la Juventud, la campeona mundial de peso mosca, Gabriela “La Bonita” Sánchez, y una tercera que ha surgido, la actual secretaria de Turismo, Carla López-Malo, de quien hablaremos en una próxima entrega.