Los acuerdos de “El Yuawi Poblano”, también conocido como Néstor Camarillo Medina, con los dueños de Movimiento Ciudadano, se van cumpliendo paso a paso, en tiempo y forma.
Y es que mientras el traidor del PRI se lleva a los presidentes municipales del tricolor a su nuevo partido político, el Revolucionario Institucional se queda en cenizas.
El propio PRI ha confirmado a través de un cómico comunicado de prensa que a la fecha ha recibido 120 renuncias de militantes.
Y aunque ha tratado de minimizar el hecho, bajo el argumento de que en su mayoría se trata de personas no inscritas en el padrón que tienen “mucha cercanía, entre ellos parientes” con Néstor Camarillo, la verdad es que el PRI se queda solo con los dos o tres burócratas, uno del estado de Guerrero, que dicen dirigirlo.
En un boletín que puso a circular el pasado viernes, el PRI señaló que “nunca la sociedad ni la militancia de un partido ha calificado positivamente la deslealtad y la traición. No debemos permitir que se genere confusión con el espejismo de que Movimiento Ciudadano es un partido que tenga un futuro asegurado, pues es una fuerza política que está al servicio del partido en el poder y que busca fortalecerse por todas las formas posibles”.
Néstor Camarillo, quien llegó al Senado gracias a un acuerdo del PRI con el PAN, se está llevando a todos los militantes y ediles priistas posibles a Movimiento Ciudadano, entre ellos al de Cuyoaco, el impresentable Iván Camacho Romero, el campeón del cinismo y quien ahora no solo niega lo que todo mundo vio en una serie de videos virales, sino que lanza un desafío al armentismo al exhibirse como nuevo protegido de sus nuevos amigos de Movimiento Ciudadano.
Iván Camacho asegura que, como “El Torito”, es inocente y que sufrió ataques porque en su expartido, el PRI, pensaron que pelearía por la dirigencia estatal, pero, se ufana, bastó que renunciara al tricolor y se fuera detrás de Néstor Camarillo a Movimiento Ciudadano para que dichos ataques cesaran.
¿Qué va a pasar con el punto de acuerdo que el diputado Roberto Zataráin Leal presentó el pasado 30 de julio solicitando la revocación de mandato del alcalde de Cuyoaco? ¿Seguirá durmiendo el sueño de los justos por obra y gracia del protector de Lord Cuyoaco, el diputado de Morena Julio Miguel Huerta Gómez, presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales?
Se calcula que “El Yuawi Poblano” acabara llevándose a Movimiento Ciudadano a unos 300 priistas.
Muchos de ellos (como José Luis Carranza Magallanes, regidor de San Andrés Cholula; Ana Isabel Munguía, regidora de San Martín Texmelucan, e Hiram Cabrera, quien venía desempeñándose como líder de los jóvenes del PRI) ya incluso fueron placeados el pasado fin de semana en el evento que Néstor Camarillo les organizó en Puebla a sus nuevos pastores, entre ellos el senador Clemente Castañeda.
Aunque lo plantó Luis Donaldo Colosio Riojas, fue la presentación oficial en Movimiento Ciudadano de “El Yuawi Poblano” en su tierra, pero también el inicio de todo lo que viene después de que el ex dirigente priista termine de desfondar a lo poquito que queda de su expartido.
Es decir, el Plan Puebla 2030 de Movimiento Ciudadano.
Néstor Camarillo buscará llegar o imponer a un afín en la dirigencia de Movimiento Ciudadano en el estado, quitándose de encima a Fedrha Isabel Suriano Corrales, para luego dar los pasos siguientes, que no son otros que hacerse de la candidatura del partido a la gubernatura en 2030; construir una especie de alianza electoral con el PAN, el PSI e incluso con el mismísimo PRI, e impulsar a Eduardo Rivera Pérez como candidato de Movimiento Ciudadano (y esos partidos) a la alcaldía de Puebla en 2027.
Esos son parte de los acuerdos y las promesas que antecedieron el salto de Camarillo del PRI a Movimiento Ciudadano, y poco a poco, paso a paso, se van y se irán cumpliendo.
Camarillo y sus nuevos jefes están seguros que con el brutal desgaste del PAN y PRI, Movimiento Ciudadano y su eficaz mercadotecnia política se pueden convertir en la única y verdadera opción ante Morena, repitiendo esquemas ya probados en Nuevo León y Jalisco, donde el modelo sí funcionó.
¿Funcionará en Puebla?
Es poco probable, pues Néstor Camarillo no es Samuel García ni tampoco Pablo Lemus.
De hecho, en Movimiento Ciudadano se van a espantar cuando conozcan al verdadero Néstor Camarillo y se van a arrepentir de haberlo sumado a sus filas.