Alfredo Téllez
El enojo, el sedentarismo y los malos hábitos de alimentación también deben ser considerados factores determinantes para el padecimiento de la obesidad, aseguró el nutriólogo poblano, Juan Manuel Romero Villa, quien rechazó que las causas de esta enfermedad sean únicamente consecuencia de razones endógenas, como tiroides, complicaciones hormonales o síndrome metabólico.
Durante la presentación de su libro, “El que se enoja engorda”, en la Ibero Puebla, el autor ofreció su investigación académica de más de 14 años en experiencias, donde descubrió que entre los pacientes con síntomas de obesidad destacó un rasgo común, el enojo, lo que representó emociones de duelo y dolor entre los enfermos analizados.
De esta manera, el especialista detalló que hay una relación directa entre vivir con enojo y sufrir obesidad, pues al padecer emociones negativas, el organismo segrega adrenalina y cortisol, favoreciendo a ocasionar un proceso de inflamación que impide la liberación de energía por parte de las células y conlleva a un incremento de peso.
Por otro lado, la coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos de la Universidad Iberoamericana Puebla, Beatriz Abundis Vargas, afirmó que la voluntad y el amor en uno mismo son factores claves para lograr bajar de peso, como también es altamente beneficioso el hecho de comer sano y no premiarse o castigarse con el uso de comida.
De esta manera, la académica recordó que “es necesario aceptar que padecemos sobrepeso”, en dado caso de sufrirlo, así como realizar un plan de acción, comunicarlo a las familias y amigos para recibir su apoyo “y confiar en nuestra fuerza de voluntad”, pues erradicar pensamientos y problemas de insatisfacción es imprescindible para mejorar positivamente en el aspecto físico.