La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó, por mayoría de tres votos contra dos, la validez de la elección de los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pese a las denuncias por la distribución de “acordeones” durante la jornada electoral.
Los magistrados Felipe de la Mata Pizaña, Felipe Fuentes Barrera y la magistrada presidenta, Mónica Soto Fregoso, rechazaron los proyectos presentados por Reyes Rodríguez Mondragón y Janine Otálora Malassis, quienes proponían anular los comicios al considerar que los materiales constituían propaganda prohibida y un mecanismo sistemático de coacción al voto.
El debate en el pleno
Durante la sesión, Reyes Rodríguez sostuvo que los acordeones eran “guías ilícitas” que influyeron de forma determinante en el resultado. Recordó que existieron más de 7 mil 400 millones de combinaciones posibles en la elección y, sin embargo, coincidieron exactamente nueve candidaturas que recibieron alrededor de 41 millones de votos.
“La probabilidad matemática de que esta coincidencia ocurriera por iniciativa ciudadana, sin coordinación alguna, es prácticamente de cero”, afirmó.
En el mismo sentido, Janine Otálora advirtió que esta “renovación histórica del Poder Judicial quedará marcada por el uso de estos instrumentos que comprometieron la elección” y cuestionó la legitimidad del proceso.
Los magistrados de mayoría, en cambio, desestimaron los señalamientos. Soto Fregoso recalcó que “no basta con sospechas” para anular una elección en la que participaron más de 13 millones de ciudadanos. “Si yo traigo esta prueba, tengo que traer los datos: dónde se hizo, cuánto costó, quién lo hizo, a quién se le dio, por qué es determinante para anular la elección”, subrayó.
Felipe de la Mata Pizaña fue más allá y calificó el proyecto de nulidad como “paranoico y conspiranoico”:
“El proyecto convierte la llamada operación acordeón en una trama paranoica y de coacción al electorado sin pruebas meritorias. Cabe preguntar si la operación acordeón es más una idea de propaganda que una realidad”.
Por su parte, Felipe Fuentes Barrera advirtió que “no se puede anular una elección con sospechas. Este proyecto confunde contexto con prueba, correlación con causalidad y cantidad con certeza”.
La sombra de los “acordeones”
Los críticos de la elección señalaron la detección de más de 3 mil 100 formatos de “acordeones” distribuidos en al menos 23 estados, en su mayoría gobernados por Morena. El proyecto de nulidad sostenía que estos materiales evidenciaban una “estrategia ilícita, coordinada, sistemática y generalizada” que incluso habría implicado financiamiento ilegal.
Además, se presentaron 153 medios de impugnación y 38 carpetas de investigación de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales que documentaban la existencia de esta práctica.
Sin embargo, para la mayoría del pleno, los acordeones no constituyen pruebas determinantes de una operación que vulnerara el voto libre. “Estos acordeones están nuevos, están perfectamente doblados, empaquetados… no hay rasgos de haber sido usados”, señaló Soto Fregoso, quien consideró “retrógrada” la idea de que los votantes se dejaran llevar por una simple guía.
Con la validación de los comicios, los nueve ministros electos ocuparán su lugar en la nueva integración de la SCJN. No obstante, la división en el pleno del TEPJF y las advertencias de Rodríguez y Otálora dejan abierta la discusión sobre la legitimidad de un proceso que, aunque legalmente válido, seguirá marcado por la controversia.