La autopista México–Puebla vivió este viernes 16 de agosto un verdadero caos vial luego de la volcadura de una pipa con 42 mil litros de gas LP a la altura del kilómetro 46, en el Estado de México. El accidente provocó el cierre total de la vialidad y un embotellamiento que se extendió por más de 10 horas.
De acuerdo con reportes de la Guardia Nacional (GN), el área fue acordonada para evitar riesgos a la población, pero la medida dejó a miles de automovilistas detenidos durante horas en uno de los tramos carreteros más peligrosos del país: Chalco–Río Frío–San Martín Texmelucan.
El reclamo principal de los afectados fue que Capufe y GN no cerraron el acceso a la autopista en puntos anteriores como San Martín Texmelucan, lo que hubiera permitido a los conductores tomar rutas alternas y evitar quedar varados.
En redes sociales, usuarios reprocharon que no existiera ningún elemento de seguridad que orientara a la ciudadanía. Algunos señalaron que Capufe únicamente ofreció respuestas automatizadas en Twitter, sin proporcionar información útil o rutas alternas.
“No hubo ni un solo elemento que nos advirtiera o guiara, nos dejaron atrapados en medio de la nada”, denunció un automovilista en redes.
El tramo donde ocurrió la volcadura es considerado uno de los más inseguros del país debido a los constantes asaltos a transportistas y automovilistas. Durante las horas de parálisis, cientos de familias permanecieron vulnerables ante un posible ataque delictivo.
Fue hasta la madrugada del sábado cuando finalmente se logró el retiro de la unidad siniestrada y la circulación se reanudó de manera paulatina.