Maribel Espinoza
Sexoservidoras y autoridades municipales llegan a un acuerdo que evita que sufran hostigamiento mientras ofrecen sus servicios; no obstante, mantuvieron su exigencia de que sean reabiertos los hoteles y moteles en donde ejercen su trabajo.
En conferencia de prensa, un grupo de mujeres aseguró que no son víctimas del delito de trata de personas y que quienes están en las calles del centro histórico de la capital poblana están por su voluntad, ya que tienen necesidad de mantener a su familia.
“Perla”, como dijo llamarse una de las entrevistadas, aseguró que sufren de discriminación, pues en los hoteles donde solían acudir ahora no les alquilan los espacios.
“Aquí nadie nos obliga, todos estamos por nuestra propia voluntad; no ha habido operativos porque llegamos a una tregua con las autoridades”, dijo ante la prensa.
Por otra parte, se pronunció en contra de una zona de tolerancia, ya que aseveró que esto incentivaría a otros delitos como la trata de personas y hasta la distribución de drogas, para que puedan laborar y no están dispuestas a ello.
Asimismo, denunció que tras los operativos de cierre de hoteles y moteles e inspecciones en inmuebles, sus servicios redujeron hasta 50 por ciento aproximadamente.